Cuando usted escuche un coro aullador que habla de las “maravillas” que están logrando en la Federación Deportiva del Guayas, haga una pausa antes de aceptar que otros le den pensando. Empiece por entender que hay un juez inapelable, la historia, aunque el coro trate de inyectarle el alucinógeno de que la historia no vale nada; que los que utilizan sus lecciones son ilusos que viven anclados en la nostalgia. Afiches, foto y frases son utilizadas para distorsionar la realidad.