Fase de grupos: los más y los menos

La Copa América deja sabor agridulce. Esperábamos más del juego, otro espectáculo. Venezuela es el equipo revelación, algo que por juego y proceso no sorprende.

La selección de Venezuela es la "revelación" de la Copa América Estados Unidos 2024, un equipo que por juego y por proceso no sorprende. Foto: EFE

Actualizado el 

Tanto esperarla y apenas comenzó ya casi se va. Como un viento de cola se fueron los primeros 24 juegos de la Copa América. Tres cuartas partes. Deja un sabor agridulce. Esperábamos más del juego, otro espectáculo. Apenas un par de partidos vibrantes, ninguna figura nueva, la confirmación de que Uruguay va para arriba con Bielsa y poco más.

  • La estrella. Los inmigrantes. Los millones de latinoamericanos radicados en Estados Unidos (65 en total) pusieron la nota más linda al darle un marco de supertorneo a la Copa. Con algunas asistencias notables como Argentina-Chile (81.106), Venezuela-México (72.773), Brasil-Colombia (70.971), Argentina-Canadá (70.564) y varias más bordeando los 65.000. Esto hizo que, faltando los ocho encuentros más importantes, se lleven vendidos 1.115.400 boletos, a una media de 46.475 por juego. Esto realmente sería imposible en Sudamérica porque no hay estadios tan gigantescos y mucho menos tanto público.
  • El vacío. Costa Rica 2 - Paraguay 1 registró la menor cantidad de espectadores: 12.765. Pero ya los dos estaban eliminados (en verdad los ticos dependían de una derrota de Brasil ante Colombia y una supergoleada propia). Y, siendo honestos: ¿quién iría a ver Paraguay-Costa Rica en América del Sur no siendo en el mismo Paraguay…? En nuestro subcontinente llena el local, los demás, salvo Argentina, que lleva gente en todas partes, no concitan.
  • La revelación. Venezuela. ¿Alguién habrá apostado que ganaría su grupo con puntaje perfecto…? Si lo hizo, es un nuevo rico. Pero, por juego y por proceso no sorprende. Hace tiempo viene trabajando bien, evolucionando. Ya no tiene miedo a ganar, se les atreve a todos. Juega buen fútbol, está plagado de jugadores con buen pie en su mediocampo (Soteldo, el Brujo Martínez, Yangel Herrera, Telasco Segovia, Savarino). Y un técnico brillantemente elegido, que los hace jugar y los anima, pupilo de José Pekerman: Fernando Batista. Un formador notable. Venezuela produce talentos.
  • El equipo. Colombia. Compacto, decidido, ganador, con una mente como un nunca le vimos. Hubo, seguramente, otras selecciones cafeteras que jugaban más lindo, no mejor ni con este temple. Néstor Lorenzo lleva 22 partidos desde su asunción con 16 triunfos y 6 empates. Impresionante. Hay un podio de cinco baluartes: James, Muñoz, Lerma, Luis Díaz y Dávinson Sánchez.
  • La selección. Rafael Romo (Venezuela); Daniel Muñoz (Colombia), Cuti Romero (Argentina), Félix Torres (Ecuador), Gerardo Arteaga (México); Nahitan Nández (Uruguay), Jefferson Lerma (Colombia), James Rodríguez (Colombia); Darwin Núñez (Uruguay), Lautaro Martínez (Argentina), Salomón Rondón (Venezuela).
  • El partido. Poquitos buenos. Brasil 1 - Colombia 1, más por Colombia que por Brasil. Y por el fragor antes que por el juego. Argentina 1 - Chile 0 por la alta tensión entre dos rivales que se miran feo. Venezuela 1 - México 0 y Ecuador 0 - México 0 por el afán, la búsqueda y el empeño fenomenal de los aztecas por ganar ambos partidos.
  • La injusticia. La eliminación de México. Un equipo criticadísimo, vilipendiado en su propio país y objeto de burlas en Centroamérica, pero joven, valiente, entregado, con formidable espíritu ofensivo y varios elementos buenísimos como Arteaga, César Montes, Jorge Sánchez, Orbelín Pineda. Mereció más suerte ante Ecuador y Venezuela. Pero no tiene gol, y los goles no se merecen… Bien la Federación Mexicana en confirmar a Jaime Lozano como DT: si encuentra la ruta del gol, de ahí puede salir algo bueno.
  • El desastre. La actuación de Bolivia, Perú, Chile y Paraguay. Entre los cuatro no ganaron ningún partido, perdieron 9 y empataron 3, anotaron 4 goles y recibieron 22. Los números los califican.
  • El jugador. James Rodríguez. Venía de un año horrendo en el São Paulo, al punto de que Néstor Lorenzo fue cuestionado en ciertos momentos por no convocarlo a la selección. Con toda la confianza del técnico ha tenido un desempeño de crack. Comprometido, enchufado, conductor, líder, creador, haciendo valer sus centros envenenados. Se lo nota feliz como nunca. Esta Copa marcó un relanzamiento de su carrera. El único protagonista elegido en el once ideal de las tres jornadas por el sitio especializado Sofascore.
  • La aparición. Telasco Segovia, 21 años, exuberante en el manejo de pelota, distribuidor excelso. La nueva estrellita de la Vinotinto. Juega en Portugal. Lo veremos años en Eliminatorias y Copas América.
  • El arquero. Podría ser Dibu Martínez, único que no recibió goles, pero nos decantamos por el venezolano Rafael Romo, de sensacional actuación ante México y buena en los demás encuentros. Con unos reflejos gatunos. Fundamental para sostener los triunfos.
  • La decepción. Paolo Guerrero. Una sombra del soberbio delantero que fue. Deambula por la cancha y damnifica la imagen que se tiene de él. Persiste en querer seguir. Fossati no supo decirle que no. A él y a otros.
  • El absurdo. Pagarle sólo 2 millones de dólares a cada selección por jugar la primera fase no cierra. ¿Si Argentina con Messi o Brasil con Vinicius quedaban eliminados de entrada se volvían con dos millones…? ¿En serio…? ¿Y qué es de las monumentales taquillas, los patrocinios, los derechos televisivos y todos los negocios colaterales…? ¿Se negoció mal…? ¿Hay un acuerdo político con la FIFA para que la Copa América fuera una experiencia de cara al Mundial…?
  • La pena. Bolivia no sale de su chatura. No está en posibilidad de ganar un partido, ni siquiera a rivales de la Concacaf, menos fuertes. No logró competir.
  • La diferencia. Aún sigue siendo importante entre el fútbol de la Conmebol y de la Concacaf. Estados Unidos ocupa el 11er. lugar del Ránking Mundial, Colombia 12° y Uruguay 14°, pero estos son más
  • El escalafón. Al menos en la primera fase se advirtieron tres niveles en el pelotón sudamericano: Argentina, Brasil, Uruguay y Colombia, muy parejos los cuatro; un escalón más abajo, Ecuador y Venezuela y, despegados, abajo, Chile, Paraguay, Perú y Bolivia.
  • La diferencia II. Los partidos de la Eurocopa, jugados en paralelo, fueron de un atractivo mucho mayor a los nuestra Copa. La mayoría. Vibrantes, equilibrados, impredecibles. Con una intensidad alucinante. Y equipos que han crecido como Albania, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia. No alcanza con tener al campeón del mundo, hay que levantar. (O)

¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?