Tiempista para salir al anticipo y ganar, veloz, bueno de aire, muy fuerte en el mano a mano por intuición de marca y vigor físico, un prodigio mentalmente y con la condición más importante en un defensa: la determinación. Para jugarse en un rechazo, para una salvada sobre la línea, para poner la pierna en una situación extrema. Ese cúmulo de virtudes llevaron a Pau Cubarsí, a los 16 años, al primer equipo del FC Barcelona. No solo eso, llegó y no salió más, se adueñó del puesto. Íñigo Martínez, Andreas Christensen, Jules Koundé y hasta el imponente Ronald Araújo pasaron a segundo plano. Todos los ojos apuntan al joven zaguero catalán. Ha pasado que un chico de incluso 15 añitos debute en Primera División, caso Pelé, Maradona, el Kun Agüero. Pero como delanteros, no de central, un lugar que exige máxima seriedad, concentración, responsabilidad. Y no fallar.