Cuando el bolillero puso al Barcelona junto al Bayern Munich en el grupo C fue como que buena parte de Cataluña se atragantó con un arroz. El FC Barcelona, el club que peor ficha y más gasta en el mundo (con mucha diferencia), ha logrado hipotecarse un poco más con sus palancas financieras para construir un nuevo equipo que por fin le permita competir sin vergüenzas en la Liga de Campeones de Europa, en la que ha hilvanado una cantidad de papelones en serie. Y el barcelonismo estaba feliz, ilusionado con Lewandowski, Raphinha y Koundé… hasta que la bolilla indicó que debe compartir zona con ese ogro que es el Bayern, el cual le ha hecho la vida imposible a través del tiempo: de 13 enfrentamientos le gana 9 a 2. Y le propinó, hace justo dos años, la más humillante derrota de su historia: el célebre 8 a 2 en Lisboa. El tipo de bochornos que se transforman en efemérides. Es el grupo del morbo. Y morbo doble, porque, aparte del nuevo choque Barça-Bayern, obligará a Robert Lewandowski a volver a Múnich, de donde salió como quienes se mudan de noche. Ahí se verá el recibimiento que le da la hinchada en Baviera. Que no se augura muy cariñoso. Como también cayó en ese combo el recuperado Inter de Milán, además de grupo del morbo es el de la muerte.