El 27 de noviembre de 1951 el ya famoso Río Guayas se había proclamado en Guayaquil campeón del primer torneo profesional que se realizaba en el Ecuador. Sus encuentros en el estadio Capwell eran garantía de un excelente espectáculo por la calidad de sus jugadores argentinos, uruguayos y ecuatorianos, y por su irrenunciable vocación ofensiva.