Por una vez, las mangas de su buzo parecen cobrar vida y querer sustituir a los miembros ausentes. Para que él también pueda ser partícipe del abrazo. Hace cuatro, cinco segundos que el árbitro italiano Sergio Gonella acaba de dar los tres silbatazos de telón para el Mundial 1978, Argentina es campeón. El país más futbolero del planeta, por fin, alza la Copa del Mundo tras vencer a Holanda 3-1. El arquero Ubaldo Fillol se funde en un abrazo con el defensa Alberto Tarantini. Víctor Dell’Aquila, un hincha de 23 años al que le faltan los brazos, se suma a la algarabía de todo un país.