Nuestro país, que sigue en el subdesarrollo, ha tenido acontecimientos repudiables, salvo excepciones. En el campo deportivo aplicaremos la misma visión, pero desde una arista en la que, sin desvelarse, salen a la luz actitudes de nobleza y hombría que jerarquizan un nuevo modelo educativo-cultural-deportivo, lo que debe ponderarse. Concentrémonos en sus actores.