Es una secuela que está apareciendo como una bacteria/virus en el fútbol formativo en el Ecuador, en donde proliferan seudoentrenadores que agrupan a jugadores, forman equipos en diferentes categorías y en el fin de semana hacen que sus alumnos jueguen entre 4 y 6 partidos; además de las rigurosas y empíricas prácticas, teniendo como consecuencia, según versiones de médicos especializados en el deporte, el origen de una deformación corporal en los deportistas y un descenso en lo físico y en lo técnico.