Nuestra maltratada Selección que participa (no juega) en la Copa América 2019 tenía todas las de perder en su partido con Chile, bicampeón del torneo. Las posibilidades de un buen papel que condujera a una casi inédita victoria Tricolor residía en un factor poco relacionado con el bien jugar y un aceptable accionar colectivo. No voy a realizar ningún análisis táctico de los 90 y más minutos entre los dos combinados. Esas citas con el aburrimiento y el fastidio se las dejo a los ‘técnicos’ de micrófono y de pantalla que, como de costumbre, habrán sacado ya el Álgebra de Baldor para explicarnos, desde los trinomios y el teorema de Pitágoras, por qué estamos virtualmente eliminados.