A nadie escapa, y más aún en la época actual –ante la crisis económica que viven las instituciones de fútbol en el Ecuador–, que el futuro o “patrimonio” más importante que tienen los clubes son los jugadores de las divisiones menores. Pero, ¿cuál es el valor real que le dan a las categorías formativas? En muy contados casos se les brinda lo necesario para su éxito.