Benedicto XVI reconoció ayer las “virtudes heroicas”, primer paso hacia la santidad, de la monja ecuatoriana Rosa Elena Cornejo (1874-1964).

Cornejo, quien tomó el nombre de María Francisca de las Llagas y a quien a partir de ahora se le otorga el título de “venerable”, es la fundadora de la congregación de las Hermanas Misioneras Franciscanas de la Inmaculada.

Rosa Elena Cornejo nació en Quito el 11 de diciembre de 1874 y murió en esa ciudad el 24 de octubre de 1964.

Publicidad

El camino hacia la santidad tiene varios escalones: el primero es venerable siervo de Dios; el segundo, beato; y el tercero, santo.

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado (santo) se requiere un segundo milagro. Este último debe ocurrir después de ser proclamado beato.