Llegó hace diez años desde su Armenia natal. No hablaba español. Y sabía poco de Ecuador. Vino porque lo habían contratado para que dirigiera la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, agrupación integrada entonces por 58 músicos. Hoy, David Harutyunyan habla perfectamente español, se nacionalizó ecuatoriano, en breve será padre de un niño guayaquileño (su esposa es la cantante Pamela Cortés) y ha hecho que la Orquesta que comanda, y que ayer cumplió 63 años de creada (nació el 4 de noviembre de 1949), se proyecte musicalmente.