La cita era el pasado viernes a las 14:30, pero el tránsito de Guayaquil logró hacerlo llegar más tarde de lo acordado al Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro. Mientras se esperaba su arribo, las aspirantes a reina de Guayaquil ensayaban la coreografía que presentarían ayer en la ceremonia de elección. Aunque la música retumbaba en el lugar, su presencia bastó para que el sonidista apagara los equipos y las concursantes dejaran de bailar. Osmel Sousa, el presidente de la organización Miss Venezuela, había llegado a conocerlas. Cubano de nacimiento y venezolano por adopción, Sousa tiene el mérito de haber conseguido la coronación, en 1981, de Irene Sáez y Pilín León, como Miss Universo y Miss Mundo, en su orden, así como la obtención de dos coronas consecutivas con Dayana Mendoza (2008) y Stefanía Fernández (2009), en el Miss Universo. Conocido como el ‘zar de la belleza’, Sousa conversó con este Diario para revelarnos la realidad sobre el mundo de los certámenes de belleza.
Venezuela es conocida como la fábrica de reinas, ¿cuál es la clave del éxito?
Desde mucho antes de tomar el concurso, gracias a la organización Cisneros, que fue la que puso en mis manos el concurso para que lo dirigiera, ya de hecho el concurso era un fenómeno social, pero las muchachas iban a los concursos internacionales y no quedaban de nada. Y desde que yo tomé las riendas del concurso me di cuenta de que lo que faltaba era preparación.
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¿Prepararlas es su secreto?
Sí. De hecho cuando yo tuve en mis manos el concurso decidí hacer una escuela. Los demás pensaron que estaba loco y tuve la suerte que ese año ganamos el Miss Universo, lo cual quiere decir que había que prepararse. Entonces, ya la escuela se constituyó como una academia.
¿Cuál es su logro más importante dentro de la organización Miss Venezuela?
Que Venezuela saliera Miss Universo y coronara a otra venezolana Miss Universo.
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¿Qué características ve usted en una aspirante a reina?
Ángel, porque el ángel y la fuerza interna son muy importantes cuando hay cincuenta en el escenario y una lo tiene. Ese ángel es innato, a veces viene, pero también se aprende. Que esté bien presentada, segura y bien arreglada, bien estudiada.
Antes las misses poseían una belleza natural, ahora la mayoría tiene cirugías, ¿varió el concepto de la belleza?
Antes cuando no iban operadas, iban gorditas, no estaban bien. Ahora están bien. Yo creo que los concursos de belleza se rigen un poquito por lo que es el mundo de la moda, de las modelos, tipo de muchachas delgadas, estilizadas. Y es un concurso de belleza no un concurso de naturaleza. Y como belleza, tú puedes hacer lo que quieras para ser más de lo que eres.
¿La cirugía entonces es un recurso para ganar?
Mira, sacarte las cejas no es natural, pintarse el pelo no es natural, maquillarse no es natural. Entonces, si tú tienes un detalle en el rostro o lo que sea y la naturaleza no fue amable contigo y hay una persona que lo corrige, por qué no hacerlo.
¿Cuál es el verdadero concepto de belleza para una miss?
La perfección.
Muchas ecuatorianas han participado en el torneo Miss Universo sin lograr el título, ¿qué necesitan para ganar la ansiada corona?
Quizás que yo esté aquí. Sé de algunas que han ido a Venezuela a prepararse, pero con personas que no están capacitadas.
¿Qué tienen las reinas venezolanas que les falta a las ecuatorianas?
Todas las latinoamericanas tienen de todo. Yo conozco a niñas bellas aquí. La que concursó cuando fue aquí el Miss Universo (María Susana Rivadeneira) era muy bella.
Los reinados suelen ser polémicos, ¿está de acuerdo con la participación de candidatas transgéneros?
Ni a favor ni en contra. Si los organizadores del Miss Universo deciden como una cosa innovadora meter un transgénero, que lo metan. Pero en realidad eso no es una mujer, eso es un hombre.
¿Sería una desventaja para las demás participantes?
Por supuesto, porque, por ejemplo, el hombre no tiene celulitis y la celulitis se ve muy fea. El hombre tiene más fuerza en presencia, en movimiento, en dominar la situación y eso lo sé porque yo he hecho en Venezuela también el Mister Venezuela y eso es un fenómeno. Los hombres cuando se presentan y están compitiendo lo hacen con mucha fuerza.
¿Dejaría que un transgénero entre al torneo en Venezuela?
No. Venezuela no está preparada para ese tipo de situación. La mujer venezolana es muy bella y yo creo que no es necesario. Cada cosa en su sitio, hay concursos de transgéneros y hay concursos de mujeres y hay concursos de hombres.
¿Qué busca este año el Miss Universo?
Eso nunca se anuncia ni se dice qué tendencia. Se busca una mujer impactante, que sea bella. Acuérdate que estos concursos al final son un negocio y estas niñas tienen que viajar por todo el mundo, hacer campañas publicitarias, representar empresas, entonces quieren una muchacha que preste de modelo.
¿Una reina nace o se hace?
Ochenta por ciento se hace.