En este mes, específicamente el próximo 28, será un año desde que la madre de una menor denunció como presunto violador de esta a Jorge Heriberto Glas Viejó, quien ¬según dijo la pequeña¬ la sacaba del centro educativo Hans Christian Andersen (km 8 vía a Daule) y la llevaba al motel Mansión, sobre la vereda este de esa dirección, donde abusaba de ella.
A casi un año de que se denunciara el supuesto abuso, el caso continúa en etapa indagatoria. “Pese a las pruebas contundentes, como era el embarazo de la menor y su testimonio indicando cómo el hombre la llevaba al motel y, bajo amenazas con un revólver, la ultrajaba; la exfiscal Diana Cueva nunca inició la instrucción; lo que es criticable. No se han respetado los derechos de una menor ni de su hijo, porque a causa de esos abusos ella concibió un niño al que en siete meses no se le realizó la prueba de ADN”, expresó ayer la abogada Maritza Bravo Víter, presidenta de la Comisión Niñez y Adolescencia del Colegio de Abogados del Guayas, en la Fiscalía.
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En esa dependencia ¬desde la semana pasada¬ el proceso contra Glas Viejó está en manos de otra fiscal. Se trata de Mirian Moncayo Bonilla, quien fuera contratada después de que Diana Cueva pasara a ser jueza de Garantías Penales del Guayas, cargo en el que se estrenó en julio pasado. Desde su nuevo despacho, ella no ha querido referirse al caso Glas Viejó.
En tanto, la nueva fiscal ha dispuesto que la madre de la afectada acuda el próximo martes a la Fiscalía para que dé una ampliación de su versión. Al momento, en el proceso –compuesto de dos cuerpos– hay dos declaraciones: la original, proporcionada cuando se denunció el hecho; y otra tomada por Cueva, en la que la afectada dice que el hijo es de “otro enamorado”, también menor.
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La madre ha dicho que no recuerda la fecha (fue en junio pasado) cuando Carlos Cruz Parrales, quien actuaba como acusador de Glas; con William Núñez López, según ella “abogado de la escuela”, la convencieron para que llevara a su hija al despacho de la exfiscal Cueva y firmara una nueva versión.
“Nunca leí esos papeles que me daban los abogados, me decían que era lo mismo y me hacían firmar rápido”, dijo ayer en la Fiscalía la madre, quien en reiteradas ocasiones ha indicado: “La verdad, él (Glas) la violó, aunque me hayan hecho cambiar la versión; el niño es igualito a él. Ni cómo dudarlo”.
Después de revisar el expediente y leer la “nueva versión” que supuestamente habría dado la pequeña, la abogada Bravo Víter criticó lo que ella califica como “manipulación del proceso”. Dijo que es notorio que la madre fue engañada “por abogados que hasta ahora no sabemos quién mismo les pagaba”.
“Cómo puede ser posible que se quiera hacer creer que la niña tiene el léxico que consta en esa última versión. La menor jamás puede haber dicho ‘le pedí a mi mami que le diga al abogado para que yo pueda rendir nuevamente mi versión...’. La menor ni siquiera sabe qué es una versión. Indigna. Cometieron un crimen: engañarla; sobre otro: violarla”, aseveró.
Solidaridad: Ayuda de profesionales
Una vivienda
Ayer, la madre demandante estuvo en el cantón Durán, donde los abogados que la patrocinan han gestionado la entrega de un terreno. “En los próximos días se le construirá una vivienda con el aporte de profesionales del Colegio del Guayas”, dice Juan Vizueta.
Alimentación
Hasta el momento la mujer que, al denunciar a Glas, se quedó desempleada subsiste con la ayuda de personas caritativas. “La escuela que me daba $ 50 cada semana ya no apareció más desde que descubrí el engaño y decidí cambiar de abogados”, dice.