AGENCIAS
MADRID.- Las memorias que la extenista Arantxa Sánchez Vicario, una de las deportistas españolas más laureadas de todos los tiempos, presentó el martes han desatado la polémica debido a que ella denuncia que sus padres la arruinaron y sobreprotegieron.

¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer recoge los recuerdos de la menor de los hermanos Sánchez Vicario sobre su carrera y el que, a su juicio, fue un exceso de protección de sus padres, a quienes acusa de dejarla sin nada de los cerca de 45 millones de euros (más de 58 millones de dólares) que ganó como tenista.

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"Soy la misma persona de siempre, solo que ahora decido lo que quiero decir, que no quiero esconderme y fingir una relación que no existe", dijo la extenista en una rueda de prensa en Barcelona.

"No soy una persona desagradecida, siempre he agradecido a mis padres su apoyo, todos los padres hacen lo mejor para sus hijos. Sin embargo, conmigo han ejercido un control y una protección que me han anulado en muchos momentos decisivos de mi vida", añadió, sin admitir preguntas de los periodistas.

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Varios extractos del libro detallan la problemática relación entre la extenista, ganadora de tres títulos en Roland Garros y actual capitana del equipo femenino de tenis de España, con su familia.

"Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda y mis propiedades son muy inferiores a las que tiene por ejemplo mi hermano Javier, que a lo largo de su carrera ha ganado mucho menos que yo", escribió en el libro Arantxa, de 40 años, que ganó el Abierto de Estados Unidos en 1994.

"¿Puedo aceptar este abuso y quedarme callada? No voy a hacerlo", agregó la extenista, que se retiró del circuito profesional en noviembre del 2002.

En su libro, Sánchez calcula que sus victorias tendrían que haberle dado unos 12 millones de euros (alrededor de 15 millones de dólares), a los que habría que añadir contratos de patrocinio que le darían en total 45 millones de euros.

Pero, la extenista dijo estar arruinada y acusa a las personas que administraron su carrera de ser las causantes de la multa de 3,5 millones de euros (4,5 millones de dólares) que le impusieron por estar domiciliada en Andorra, cuando en realidad vivía en España.

"Lo pasé fatal con el problema de Hacienda por haber ubicado mi residencia fiscal en Andorra. Fue muy duro para mí. Una vez más eran decisiones derivadas de las personas que administraban mi carrera y en las que poco o nada se contaba conmigo", aseguró.

Tras el lanzamiento del libro, Marisa Sánchez, madre de la extenista, reaccionó en un comunicado a las revelaciones de su hija y negó haberse aprovechado de sus ganancias. "Lo leeremos (el libro) con atención. Entonces será el momento de que en nombre, también, de Emilio (su padre) o nuestros abogados, demos cumplida contestación a las falsas acusaciones que se nos hacen. Y quedará, desde luego, muy claro que nunca nos aprovechamos de Arantxa".

Antes de esta declaración se divulgó que los padres de Arantxa no pretendían emprender acciones legales contra ella.