‘El alma en los labios’
Augusto Enríquez
Al actor y director del grupo Kurombos, Augusto Enríquez, le gustan todas las canciones de Julio Jaramillo, pero El alma en los labios lo impacta más porque une a dos personajes importantes: a JJ, como su intérprete, y al escritor Medardo Ángel Silva, cuyo poema se convirtió en canción. “Es la esencia de estos dos seres”, expresa.

De El Ruiseñor de América, agrega, se aprecia esa capacidad que tuvo él de llegar con su voz y calar en el corazón de la gente, otorgándole a cada interpretación una fuerza y presencia emocional. De Silva, su trascendencia en lo romántico, amoroso, afectivo y emocional.

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Inspirado en JJ, Enríquez ha dirigido dos obras: el dramatizado El ruiseñor y la golondrina, montada por Kurombos en el 2004, y el musical Mr. Juramento, concebido por el músico y compositor Gustavo Pacheco.

El drama, que Enríquez protagonizó junto con su esposa, la también actriz Miriam Murillo, se centró en el encuentro imaginario de JJ (personaje encarnado por él) y Clarita Erazo, una mendiga que soñaba con ser artista.

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‘El aguacate’
María Teresa Guerrero
Aunque como la mayoría de los ecuatorianos la presentadora de televisión María Teresa Guerrero dice haber escuchado varias interpretaciones de El aguacate, la que grabó Julio Jaramillo es la que más disfruta. “Será por su melancolía o el estilo dulce que tenía él para cantar”, anota.

Guerrero, quien conduce junto a Úrsula Strenge, Roberto Angelelli y Diego Spotorno el espacio ‘En contacto’, de Ecuavisa, revela que en las noches de karaoke, El Aguacate consta entre los temas más seleccionados entre los grupos de amigos.

“Reconozco que no me sé el repertorio que popularizó Julio Jaramillo, pero cuando lo escucho cantar me animó a seguirlo”.

Hoy, que se recuerda un aniversario más de la muerte de Jaramillo –registrada en 1978–, Guerrero celebra su cumpleaños. “Mis padres eran fanáticos de JJ, por eso cuando nací, aunque se sentían alegres porque les había llegado una niña, también les entristecía saber que su ídolo había fallecido”, anota.

‘Nuestro Juramento’
Jorge Jaén
Cuando participó en la Octava Bienal Internacional de Pintura, que se desarrolló en Cuenca, el artista plástico Jorge Jaén recuerda haber utilizado fragmentos de Nuestro Juramento, tema que popularizó JJ y que a él lo inspiró, anota.

Jaén dice que lo decidió así porque considera al fallecido artista ecuatoriano como uno de los más representativos del país. “Ecuador le ha quedado debiendo. Hay entidades que incluso llevan su nombre, como el Museo de Música Popular, pero no reflejan en sus instalaciones la verdadera presencia del Ruiseñor”. El pintor considera necesario impulsar más la música de JJ entre los jóvenes. Dice que Juan Fernando Velasco dio las pautas al grabar un disco de pasillos. Otros deberían imitarlo, pero con las canciones de JJ, expresa.

‘Rencor’
Julio Arévalo
“Probablemente no es una canción popular, pero Rencor me parece una de las interpretaciones más sentidas de Julio Jaramillo. Su mensaje es el del amor más sublime que uno puede tener en la vida”. Lo dice el escritor Julio Arévalo, quien firma sus obras con el seudónimo de Pablo Zamora y que conoció al fallecido cantante.

“Éramos muy jóvenes y nuestra amistad no se podía separar de la bohemia. Nos reuníamos con amigos en común y la música era infallable”, comenta Arévalo.

Recuerda que esos encuentros artísticos se produjeron entre 1966 y 1972 y que con Julio se podía hablar de todos los temas. “Su sueño era llegar a ser un artista reconocido y lo consiguió, aunque claro, su popularidad creció al morir”.

Siempre muy atento y generoso, JJ disfrutaba del canto como de la vida misma, anota Arévalo.

‘Fatalidad’
Luis Padilla
Al escuchar Fatalidad, el compositor y productor Luis Padilla dice recordar su infancia. “Cuando era niño mi madre, Olga Guevara de Padilla, quien era obstetriz, trabajaba en la maternidad y el colegio Guayaquil, y por ello debía dejarme al cuidado de las empleadas y ellas eran fanáticas de Julio Jaramillo, así es que la música que más escuchaba era la del Ruiseñor de América”.

Fatalidad lo hace retroceder en el tiempo y de alguna manera lo llevó a concebir entre 1993 y 1994 musicales inspirados en Julio Jaramillo. Estos se llamaron El Guayaquil de JJ y se realizaron en el Teatro Centro Cívico.

Padilla manifiesta admirar a JJ “porque encarna el espíritu del pueblo, con sus alegrías y penas, las cuales se convirtieron luego en canción”.