AFP
SEVILLA, España.- Cansado, como él mismo lo ha confesado, el número dos mundial, el español Rafa Nadal, quiere contribuir a que España gane su quinta Copa Davis frente a Argentina y recuperar de paso esa "pasión" por el tenis, que decía haber perdido tras una dura temporada.

Eliminado por el francés Jo-Wilfried Tsonga en la Copa Masters de Londres, un abatido Nadal dejaba caer que podría haber "perdido la pasión" por el tenis, encendiendo unas alarmas que él mismo se encargó de apagar en cuanto llegó a Sevilla y matizó sus palabras.

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"Más que falta de pasión, es el cansancio de muchos años de estar ahí, semana tras semana. Y es normal que en tu carrera haya momentos mentales, físicos y de todo, un pelín más altos, y otros un pelín más bajos", dijo Nadal el lunes tras un entrenamiento con el equipo español.

Nadal, que pese a haber jugado buenos partidos esta temporada no ha vuelto a ganar ningún torneo desde Roland Garros, quiere centrarse en la final de la Copa Davis contra Argentina.

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La abrirá este viernes con su partido contra Juan Mónaco, en Sevilla, en el mismo lugar donde en 2004 formó parte del equipo español que conquistó su segunda Ensaladera de Plata frente a Estados Unidos.

Con 18 años, el número dos mundial se convirtió en el más joven tenista de la historia en conquistar la Copa Davis, tras un gran partido contra Andy Roddick.

"Fue donde la gente me empezó a conocer un poco más, la victoria más importante para mí hasta ese momento", recordó el jueves, tras el sorteo para esta final frente a Argentina, un Nadal que a partir de entonces conoció una carrera fulgurante.

"Por suerte, estoy aquí siete años después, sigo en el circuito con unos resultados que no hubiera podido soñar entonces", dijo.

Diez victorias de Grand Slam, entre ellos seis Roland Garros, una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín, otra Copa Davis en 2009, y 102 semanas como el número uno del mundo, le han permitido al mallorquín tener a sus 25 años, uno de los mejores palmarés de todos los tiempos.

Pero, sus éxitos parecen haberle pasado factura esta temporada, en la que al cansancio físico por el que temió en otras campañas se ha añadido el desgaste mental.

"Después de Shanghai hasta ahora, sí que es verdad que me ha costado la temporada, que ha sido larga y buena", decía el lunes, admitiendo haber sufrido derrotas que le "han afectado".

Famoso por sus remontadas, no dudó en afirmar, no obstante, que "siempre" se ha "levantado durante todo el año" y ha "vuelto a estar en otras finales", por lo que confía en que Sevilla marque un nuevo resurgimiento de la figura.

La temporada "ha sido muy, muy positiva. Estoy feliz por todo lo que me ha pasado y también por poder volver a jugar en Sevilla otra final de la Copa Davis", dijo el tenista, que en la final de 2009 frente a la República Checa aplastó al checo Tomas Berdych, tras llegar en estado físico que dejaba que desear.

Nadal contará con la ventaja de jugar en tierra batida, una superficie en la que en los últimos años ha tenido "un rendimiento muy bueno", además de la "ilusión" por ganar su tercera Copa Davis.