Hace más de cien años, las mujeres polacas no eran admitidas en las universidades de su país. Eso motivó a algunas, de seguro, a buscar otras oportunidades fuera de Polonia. Una de ellas fue Marie Sklodowska, conocida como Marie Curie, quien eligió Francia como su destino. Ya han pasado cien años también desde que aquella mujer obtuvo su segundo premio Nobel -en Química- (en 1903 lo había obtenido en Física junto a su esposo Pierre Curie, de quien adoptó el apellido).