La tecnología le ha dado facilidades a los seres humanos para ver personas y situaciones en tercera dimensión, ya sea en los cines y, recientemente, hasta en los televisores y videojuegos. Más allá de los aparatos electrónicos especializados en aquello, una mano –muy humana– ha logrado crear ese efecto: es la del británico Julian Beever. Lo llaman el Picasso del Pavimento, porque al dibujar desde charcos y cascadas hasta un Santa Claus y esqueletos, es capaz de crear obras en 3D sobre las calles del mundo.
¿Cómo lo logra? Beever, quien lleva más de 20 años haciendo este arte (además de murales y pinturas) utiliza un método llamado anamorfosis. Él dibuja con tiza creando dibujos en 3D en el pavimento. El método crea una ilusión óptica haciendo que sus dibujos en las calles desafíen las leyes de la perspectiva. El británico se vale, para la efectividad de su obra, de una cámara puesta sobre un trípode para tener una visión real de lo que está creando.
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En una entrevista con la BBC, el artista reveló que decidió entrar en este mundo de la tercera dimensión después de ver el efecto que producían las baldosas cuando eran removidas del suelo. Y así comenzó a experimentar.
A Beever le toma aproximadamente 3 días (trabajando ocho horas diarias) terminar su obra aunque, señala, que factores como la lluvia pueden arruinar todo su trabajo. Agrega que cuando existen temperaturas frías en el lugar donde desarrolla su arte, usualmente se queda trabajando todo el día, mientras haya luz. “Es muy exigente –físicamente– hacerlo. Actualmente ya no me arrodillo del todo, pues esto supone una enorme presión sobre el cuerpo. Tengo un banco en el cual me acuesto a eliminar parte del estrés físico”, manifiesta.
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Aunque algunos ven su trabajo como si se tratara de grafitis, dice que son más las personas que realmente disfrutan y valoran lo que él hace. No duda en expresar, además, que su obra es para todos, no solo para un grupo selecto. Para el británico, el arte no debe estar encerrado solo en galerías y librerías.
Muchos se preguntarán qué es lo primero que hace Beever después de arduas horas de trabajo. Él tiene una respuesta simple: “tomar un descanso y un baño caliente”.
Inglaterra, Australia, Francia, Alemania, Holanda, México, España, Estados Unidos, Uruguay y Argentina son algunos de los países en los que Beever ha dejado plasmado su trabajo, recreando situaciones diversas, a veces jocosas, a veces terroríficas, inspiradas en marcas mundialmente conocidas o en clásicos del cine o de las historietas como, por ejemplo, una de Batman y Robin que efectuó en la capital inglesa.
Según la web brisbanetimes.com.au, el artista afirma que algunas veces ha sido confundido como un hombre sin hogar o que hasta lo han comparado con Bert, un personaje de la cinta Mary Poppins. Asevera, asimismo, que la gente suele ser muy respetuosa con su trabajo, es decir, no intentan pisar o dañar lo que ha hecho. Sobre la importancia del internet, señala que si este no hubiese sido inventado no hubiera podido compartir sus fotos en la red y por ende, probablemente hoy no tendría trabajo.
Beever tiene previsto arribar a Ecuador el próximo 11 de julio. Según Daniela Riera, ejecutiva de la agencia Bonding (mentalizadora de la visita del artista), el británico dará una rueda de prensa ese mismo día en el hotel Oro Verde y también empezará a efectuar una obra utilizando su técnica en la plaza San Francisco de Guayaquil.
La creación estará basada en las marcas auspiciantes: 220V y Sony. El Picasso, quien viene con motivo de las fiestas julianas, tiene planificado terminar su obra en aproximadamente cinco días. No realizará otras actividades como charlas o seminarios, agregó Riera.