AGENCIAS
TRÍPOLI-ROMA-BRUSELAS.- El líder libio Muamar Gaddafi advirtió a las potencias occidentales que llevan adelante ataques aéreos en su país que han desatado una guerra entre cristianos y musulmanes que puede salirse de control.

Estados occidentales intervinieron en Libia después de que la ONU los autorizara a proteger a los civiles libios señalando que son objeto de ataques de las fuerzas leales a Gadafi, pero Trípoli señala que la intervención militar es un acto de agresión injustificada.

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"En caso de que continúen (con los ataques), el mundo va a entrar en una guerra de cruzados. Han comenzado algo peligroso que no puede ser controlado y que se les saldrá de control", señaló un texto de Gadafi leído en la televisión estatal libia.

"Los líderes que han decidido lanzar una guerra de cruzados entre cristianos y musulmanes en todo el Mediterráneo y que (...) han matado (...) a un gran número de civiles en Libia, han enloquecido por el poder y quieren imponer la ley de la fuerza por encima de la fuerza de la ley", dijo Gadafi.

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El líder libio redobló las críticas a las potencias occidentales, señalando que buscan una involución en el mundo.

"Ellos también han destruido los intereses comunes de su gente y el pueblo libio y socavado la paz y aniquilado y quieren volver a la Edad Media", dijo Gadafi según lo citó la televisión.

Gadafi dio discursos televisados regulares en los primeros días del conflicto, pero no ha sido visto en público desde hace varios días.

Funcionarios señalan que se ha visto obligado a cambiar su rutina tras un ataque aéreo que afectó el fuertemente vigilado complejo de Trípoli donde tiene su residencia principal.

Advertencia de la OTAN
La OTAN tomó finalmente hoy relevo de Washington en el mando de las operaciones militares en Libia, incluidos los bombardeos sobre suelo, y avisó al régimen del coronel Muamar Gadafi de que sería una "imprudencia" continuar atacando a civiles.

"Ustedes que actúan contra la población civil y los centros urbanos, serán unos imprudentes si continúan haciéndolo; les recomiendo que cesen", lanzó el comandante de la operación aliada "Protector Unificado", el general canadiense Charles Bouchard.

Bouchard hizo estas declaraciones unas horas después de que la Alianza asumiera el mando de las operaciones en Libia, reemplazando a la coalición internacional liderada por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia que inició sus ataques contra el régimen libio el 19 de marzo.

"La Alianza dispone de todos los medios necesarios para conducir sus misiones bajo el paraguas de la operación +Protector Unificado+", afirmó previamente el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) asumió así la responsabilidad de los bombardeos en Libia para proteger a civiles, una misión que se suma a las otras dos que la Alianza lidera en el conflicto: el embargo de armas sobre el régimen y la zona de exclusión aérea.

La autoridad de "Protector Unificado" recaerá en manos del gran cuartel general de la Alianza en Europa, situado en Mons (Bélgica), y estará dirigida desde el centro regional de mando de Nápoles (sur) por el general Bouchard.

Unos 20 de los 28 países de la OTAN contribuyen en la operación, si bien únicamente 12 aportan medios militares.

El general explicó desde la base de Nápoles que un centenar de aviones y una docena de navíos fueron movilizados bajo sus órdenes.

"Conforme al mandato establecido por la resolución 1973 de la ONU", que autorizó la intervención en Libia, "la OTAN se concentra en la protección de civiles contra los ataques" de las fuerzas de Gadafi, explicó Rasmussen.

Bélgica, Francia, Canadá, Dinamarca y Gran Bretaña, principalmente, estiman que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU permite continuar atacando bajo la legalidad a las tropas del régimen libio que amenacen a la población.

Otras naciones como España y Holanda no prevén participar en los bombardeos, mientras que Turquía y Rumania sólo se unieron al despliegue de fuerzas navales en el Mediterráneo para controlar el embargo de armas.

Alemania está completamente ausente de la operación por voluntad política.

La OTAN empezó el miércoles a asumir el control parcial de las operaciones pero la transferencia no pudo ser completada ese día debido a la "gran complejidad" de la misión, según fuentes diplomáticas.

El relevo permitirá a Estados Unidos desempeñar un papel de segundo plano, conforme a lo deseado por el presidente Barack Obama, que quiere evitar implicarse demasiado en una nueva operación militar costosa, tras Irak y Afganistán.

Los aliados europeos podrán contar con Washington para solicitar medios, -especialmente en materia de información e interferencias-, explicaron las mismas fuentes.

Por otro lado, el general Bouchard anunció la apertura de una investigación para determinar si las operaciones de la Alianza del miércoles dejaron víctimas civiles, como denunciaron algunos medios de comunicación.

El Vaticano informa de muerte de civiles
Al menos 40 civiles murieron en los ataques aéreos de fuerzas occidentales en Trípoli, dijo hoy principal representante del Vaticano en la capital libia, citando lo que describió como testigos confiables en contacto con residentes.

 "Los ataques aéreos son para proteger a los civiles, pero están matando a decenas de civiles", dijo el obispo Giovanni Innocenzo Martinelli, vicario apostólico de Trípoli, por teléfono a Reuters.

"En el barrio de Tajoura alrededor de 40 civiles resultaron muertos y colapsó una casa con una familia adentro", añadió.

Martinelli precisó que los bombardeos habían derrumbado un edificio en el barrio de Buslim, pero no estaba claro cuánta gente había dentro.

La OTAN dijo que estaba investigando el reporte del obispo, pero que todavía no tenía confirmación sobre víctimas civiles en Trípoli.

Martinelli había dicho más temprano a la agencia católica de noticias Fides que 40 civiles fallecieron en Buslim en medio de los ataques, pero luego corrigió y sostuvo que se había confundido de nombre y las víctimas fueron en Tajoura.

El obispo agregó que la información sobre las muertes venía de "personas que trabajan con nosotros, que tienen muchos contactos con los residentes, que están en el terreno y conocen muy bien la situación".

"Descarto que me estén dando la línea oficial sobre esto", dijo. "No lo he visto yo mismo, pero es gente que conozco muy bien", explicó.

Evidencias no concluyentes
Autoridades libias llevaron a periodistas extranjeros a los lugares que fueron blanco de los ataques occidentales en Trípoli, pero las evidencias de víctimas civiles no han sido concluyentes.

Las potencias occidentales dicen que no tienen evidencia confirmada de muertes civiles por los bombardeos, realizados bajo mandato de Naciones Unidas.

El teniente general canadiense Charles Bouchard, comandante de las operaciones de la OTAN en Libia, dijo a periodistas en Nápoles: "Estoy al tanto del reporte. Es un reporte de prensa y aprecio a la fuente del reporte, pero es importante señalar que tomo cada uno de esos asuntos seriamente".

 "Somos muy cuidadosos al perseguir cualquiera de los posibles blancos que tenemos", dijo Bouchard. "Tenemos reglas muy estrictas de involucramiento que nos han dado y estamos operando dentro del mandato legal de Naciones Unidas", agregó.

Martinelli informó que los bombardeos occidentales también habían impactado las inmediaciones de algunos hospitales como el de Mizdah, a unos 145 kilómetros al sudoeste de la capital, donde monjas filipinas debieron ser evacuadas.

Fides, la agencia de noticias del brazo misionero del Vaticano, dijo que Martinelli llevaba 10 años en Libia y tenía una muy buena red de contactos en el país.

Hay alrededor de 100.000 católicos viviendo en Libia, la mayoría extranjeros que trabajan como enfermeras en hospitales, dijo Fides.

"Las bombas nunca solucionan los problemas. Los objetivos militares están a menudo en medio de áreas civiles e incluso cuando no lo están, uno nunca sabe qué hay dentro", declaró el obispo, aludiendo a los depósitos de armamento.

Martinelli comentó que las condiciones de vida en la capital libia son cada día más difíciles y la comida escasea.

Nueva renuncia
Un diplomático jerárquico libio anunció hoy su renuncia, la segunda deserción de alto perfil del régimen de Muamar Gadafi en otros tantos días.

El ex canciller Alí Abdel-Salam al-Treki fue designado como representante de Libia ante la ONU tras una ola de renuncias al comienzo de la insurrección, pero en una declaración publicada en varios sitios de internet opositores dijo que renunciaba a ese puesto.

En la víspera, el canciller Musa Koussa anunció su renuncia desde Gran Bretaña, hecho que fue reconocido hoy por el gobierno en Trípoli.