Venezuela es el segundo mayor surtidor de peloteros para el béisbol de las Grandes Ligas de Estados Unidos. En la presente pretemporada había entre uno y dos jugadores llaneros en la nómina oficial en cada uno de los 30 equipos; otros con el estatus de invitados, buscando un lugar en la nómina definitiva.
Una de las versiones más aceptadas del inicio del béisbol en la tierra de Simón Bolívar señala que algunos jóvenes estudiantes venezolanos, que regresaban de sus vacaciones de Estados Unidos, retornaron con guantes, pelotas, bates para jugar un deporte nuevo.
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El 23 de mayo de 1895 se efectuó el primer partido formal entre dos equipos de Caracas Béisbol Club. En 1927 se formó la Federación Venezolana de Béisbol y en 1941 la selección llanera ganó en Cuba el Campeonato Mundial de Béisbol, lo que provocó una gran explosión que popularizó el deporte de la pelota chica en ese país. Así se convirtió en el pasatiempo nacional. El 27 de diciembre de 1945, los dueños de los equipos venezolanos formaron la Liga Profesional de Béisbol.
El 23 de abril de 1939, el lanzador caraqueño Alfonso Carrasquel fue el primer venezolano en jugar en Grandes Ligas, con los Senadores de Washington. En 1902, antes de crearse el torneo, Luis Castro militó en Atléticos de Filadelfia. Este joven fue enviado a estudiar la actividad, pero abandonó su tarea para jugar béisbol. Para que sus padres no se enteren intentó cambiarse de nombre, lo que no fue posible, pero sí se hizo pasar como colombiano.
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Desde aquella época hasta el presente pasaron muchos venezolanos que brillaron en la gran carpa, como Chico Carrasquel, a quien tuve el honor de conocer en un curso para entrenadores en Caracas, en 1977. Mantuve largas e interesantes conversaciones sobre sus vivencias y anécdotas.
Se llegó a decir que Venezuela era la cuna de los mejores campos cortos del mundo por lo que hicieron Luis Aparicio (está en el Salón de la Fama por sus actuaciones en los Medias Blancas), Enzo Hernández, David Concepción, César Isturis, Omar Vizquel y ahora Álex González y Elvis Andrus.
El tema ha mejorado mucho porque ahora también hay buenos lanzadores como Johan Santana, Félix Hernández, Freddy García, Francisco Rodríguez, Antonio Armas. Así como bateadores de poder como Miguel Cabrera, Magglio Ordóñez y Carlos González, que la temporada anterior “rompió” la liga con su bate.
A Ecuador vinieron algunos venezolanos a reforzar los equipos locales y demostraron su gran nivel. El de mayor jerarquía fue Leonardo Barajita Hernández, que jugó con los Yankees de Nueva York, en 1986, y en nuestro país vistió el uniforme de los Cardenales.
También vinieron Nelson Portales, Kennedy Infante, José de León, José Cheo García, Emilio Acosta, Eduardo Patiño, Silverio Navas, y en los últimos años Junior Cordero, Michael Rodríguez y con gran suceso Joel Pulgar, que en la temporada 2004 resultó mejor bateador, mayor impulsor de carreras, campeón jonronero, mayor anotador de carreras, méritos que le permitieron ser nombrado Jugador Más Valioso por sus hazañas poco comunes.
Pero uno de los personajes que ejercieron mayor influencia en el béisbol ecuatoriano fue el entrenador Jesús Ávila, a quien muchos aún recuerdan por su carisma, intensidad en el trabajo y liderazgo.