El dirigente estudiantil sentenciado por agresión terrorista, Marcelo Rivera, fue dado de alta luego de permanecer la noche del miércoles y la mañana del ayer en el hospital Eugenio Espejo en Quito.
Personal del 911 llevó a las 22:30 del miércoles a Rivera desde la Cárcel 2 hasta esta casa de salud, por una descompensación y cólicos fuertes estomacales causados por los 27 días de huelga de hambre en la que se encontraba para presionar por su libertad.
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Los padres del dirigente, Fausto Rivera y Norma Toro, anunciaron que su hijo declinó la huelga de hambre. Decenas de simpatizantes del dirigente se concentraron en las afueras del hospital para apoyarlo.
Rivera fue sentenciado el lunes pasado a tres años de cárcel por la jueza Gladys Terán y al pago de $ 298.665 por los daños ocasionados en la Universidad Central, durante los incidentes del 8 de diciembre pasado.
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Según un comunicado de la Juventud Revolucionaria del Ecuador (JRE), el estado de salud de varios estudiantes secundarios y universitarios que participan desde el 18 de octubre de la huelga de hambre tiende a verse afectada.
Sin embargo, su decisión y la de sus organizaciones es la de continuar con esa protesta para rechazar la actuación de la jueza. La JRE insistió en que la condena en contra de Rivera es parte de una persecución política y una judicialización de la protesta sindical y estudiantil.