Ojalá el 2010 traiga conciencia y acción a todos los ecuatorianos y las instituciones del Estado sobre la protección y uso adecuado de los recursos naturales. Y entendamos cuáles y qué función tienen los recursos naturales.

Ojalá apaguemos las luces que no se están usando, desconectemos los cargadores de celulares y de otros equipos, compremos electrodomésticos con eficiencia energética, utilicemos focos ahorradores de luz, tomemos duchas cortas o no dejemos correr el agua innecesariamente, compremos productos frescos y no congelados, tengamos y usemos medios de transporte masivo y ciclovías, plantemos un árbol por persona para procurar sombra y brisa a la generación que viene atrás nuestro, entre otras cosas.

Ojalá las industrias realicen las auditorías energéticas y cambien sus equipos obsoletos para mejorar la eficiencia energética de estas, promocionen productos verdes, promuevan el uso sustentable de los recursos naturales, estructuren proyectos rentables energéticos con biomasa (que el IESS pueda invertir en ellos) e inviertan en plantas de tratamiento de aguas residuales y planes de relaciones comunitarias.

Ojalá el comercio se vuelva justo y solidario, orgánico y accesible.

Ojalá los municipios implementen lo que les ordena la Constitución y tengamos programas de reciclaje; que el Alcalde de la mayor ciudad del Ecuador dé el ejemplo, se desperece y desperece a sus colaboradores (se acepta cambio de neuronas) y en su “nuevo modelo de desarrollo” de la ciudad incluya una gestión ambiental creativa, proactiva; que el Alcalde implemente el proyecto de extracción de gas metano para generación eléctrica del relleno sanitario Las Iguanas; invierta en su propio proyecto de forestación con especies nativas comerciales. Ojalá el 2010 nos traiga un Jaime Nebot “verde”, por sus nietos y los nuestros.

Ojalá las comunidades indígenas no insistan en administrar el recurso agua y no contaminen estas fuentes de agua, no solo por inconstitucional sino por solidaridad con los pueblos aguas abajo.

Ojalá el Ministerio del Ambiente deje de desmembrarse, otorgue licencias ambientales en 3 meses y no en 12; proponga a la Asamblea un cambio en la redacción del artículo 74 permitiendo el pago por servicios ambientales y así dejen inconstitucionalmente de utilizar recursos públicos para el programa Socio Bosque (que es buena iniciativa por cierto); logren controlar la tala ilegal del bosque primario dentro de las Áreas Protegidas (¡así es!, nuestro amado Yasuní se lo llevan en peso) y fuera de estas áreas también; que logren más declaratorias de bosques privados; que sean menos burócratas y más prácticos; que dejen al FAN (Fondo Ambiental Nacional) seguir trabajando de manera independiente y eficaz; que entiendan que la revolución ciudadana no es ser prepotentes sino competentes.

Ojalá nuestro “verde” Presidente (así se vendió en el discurso de posesión del 2007) logre implementar proyectos, acciones e inversiones que conduzcan a nuestro “verde” Ecuador hacia una economía cero en carbono (cosa que cuando vayan a reuniones internacionales de cambio climático tenga coherencia lo que ofrecen con lo que pasa en Ecuador).

Ojalá pase lo extraordinario en Ecuador y el Mundo, ojalá llueva café en el campo… y cacao… y bienestar, al mismo ritmo de la sabia naturaleza.