Brasil está comprometido con la protección del bosque húmedo pero los países ricos tendrán que pagar la cuenta, afirmó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva el jueves antes del inicio de una reunión de los países de la cuenca amazónica con la ausencia de la mayoría de sus principales líderes.
Además de Lula, participa el presidente francés Nicolas Sarkozy, invitado a la cita por la presencia de la Guyana Francesa en la región. Vicepresidentes, ministros u otros funcionarios representarán a los restantes países: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Surinam y Venezuela.
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La reunión busca forjar una postura común para exigir ayuda al mundo industrializado para preservar el bosque húmedo, principal reserva de biodiversidad del planeta.
El encuentro en Manaos, en la Amazonia brasileña, fue programado para discutir la posición regional ante la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, de diciembre en Copenhague.
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Poco antes del inicio de la reunión, Lula comentó que su país está comprometido con la protección del bosque húmedo, pero exigió que los países ricos paguen la cuenta.
"Que no venga un gringo a pedirnos dejar un amazoniense morir de hambre debajo de un árbol porque queremos preservar, pero ellos tendrán que pagar la cuenta de esa preservación por el hecho de que no hemos derribado nuestro bosque como ellos derribaron la suya hace un siglo", expresó Lula en un discurso en Manaos, al inaugurar un gasoducto.
En Brasil la palabra gringo se refiere a cualquier persona de un país rico del hemisferio norte, no solo a los estadounidenses.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, propuso que el 20% de créditos destinados a la lucha contra el calentamiento global por los tres años que vienen, sean utilizados para proteger los bosques, al término de una reunión en Manaos convocada por Lula.
Sarkozy dijo que propone el 20% "porque la deforestación representa el 20% de las emisiones de gas con efecto invernadero".
En Europa todo el mundo da opiniones sobre la Amazonia, hay gente cree que la Amazonia es un parque zoológico donde se paga para entrar. No saben que tiene 30 millones que trabajan y nosotros que dar una respuesta pensando en ellos, acotó el asesor de Lula, Marco Aurelio Garcia.
Brasil redujo la deforestación en la Amazonia a 7.000 kilómetros cuadrados en el último año, el nivel más bajo en dos décadas, aunque la organización ambientalista Imazon advirtió en un informe que la deforestación de agosto a octubre de este año fue de 682 kilómetros cuadrados, 30% más que el mismo período de 2008.