A ritmo de salsa y jazz, esta historia suena así. Ese ocho de octubre los salseros deliran cuando Papo Lucca ataca las teclas negra y blanca de su piano y brota la descarga de Ahora yo me río. Un par de horas antes habíamos conversado con Enrique Papo Lucca, quien nació hace 56 años en Ponce, Puerto Rico, siendo su padre el legendario Quique Lucca, quien, 55 años atrás, fundó La Sonora Ponceña.

“A mí me gusta la música porque desde el día que nací mi papá le llevó una serenata a mi mamá al hospital –cuenta en el hall del hotel Oro Verde–. Ensayaban en mi casa, ahí yo empezaba a juguetear con la conga y el bongó.
Pero música empecé a estudiar a los seis años. Y a los ocho, piano”. En la escuela tuvo un compañerito que cantaba mientras él tocaba el piano.

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“Éramos dos muchachitos de 6 o 7 años, participábamos también en concursos de televisión y todo eso. Años después, él se mudó a los Estados Unidos y la prensa lo bautizó como Héctor Lavoe, El Cantante de los Cantantes, con quien después se encontraría en Fania All Stars.

Su primer maestro de piano fue Ramón Fernández, “al que le debo todo lo que sé –reconoce–. Cuando estuve en el conservatorio, todas esas cosas ya las había descubierto con él. Imagínate que desde los 8 años él me estuvo enseñando hasta mis 18”.

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Cuando tenía 12 años, su padre lo integró a la Sonora Ponceña, siendo la sensación del mundo artístico y hasta hoy no afloja el piano. Por esa razón, y un tema de latinjazz, es apodado Piano man.

Se confiesa fanático de los pianistas: Lilí Martínez, de la orquesta cubana de Chappottín; Arsenio Rodríguez, etcétera. Sin olvidar al puertorriqueño Luisito Benjamín, “uno de los pianistas más completos que he conocido en toda Latinoamérica, lo que pasa es que se desarrolló en una época que no había la exposición que hay ahora”.

Reconoce también a sus contemporáneos Charlie y Eddie Palmieri; y de jazz: Chick Corea, Óscar Paterson, Bill Evans, etcétera. Gusta de escuchar salsa, música brasileña, sudamericana y clásica. Se siente complacido interpretando sus solos de latinjazz compuestos para la Sonora y también descargas salseras como Ahora yo me río, Ramona, “la gente siempre pide que los toque”, explica.

Fue hacia 1977 cuando salieron los pianistas Harry Harlow y Richie Ray, que Lucca integró, durante 21 años, la Fania All Stars, viviendo la época dorada de la salsa.

Meses atrás, la Sonora Ponceña presentó su disco de aniversario  Celebrando 55 años de historia, grabado en vivo junto a un DVD. Pero meses antes grabaron Consistencia más trayectoria igual La Sonora Ponceña, con ocho temas inéditos, disco que no suena aún.

A mi pregunta de cómo se prepara antes de un concierto, Papo Lucca, moviendo sus dedos, responde: “Practico diariamente. Hoy practiqué fíjate.
Siempre busco la forma porque hay que calentar antes de subir a la tarima”.
Esa noche, sobre el asfalto caliente de Guayaquil, los salseros deliraron al ritmo de la salsa y latinjazz de Papo Lucca y La Sonora Ponceña.