El general Bolívar Mena asumió ayer la comandancia de la Fuerza de Tarea N° 1, encargada de las operaciones militares en la frontera con Colombia en reemplazo de Fabián Narváez.
Esta unidad estratégica de las Fuerzas Armadas fue creada el 16 de enero pasado con el propósito de unificar el mando y responsabilizar a un solo oficial de los operativos y patrullajes en la frontera norte.
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La ceremonia de relevo se realizó en la hacienda Huayra Huasi, en el cantón Atuntaqui, provincia de Imbabura, expropiada al narcotraficante Óscar Caranqui y entregada por el Consep al Ejército en comodato por 50 años.
El ministro de Defensa, Javier Ponce, quien asistió al acto castrense, aseguró que la creación de la Fuerza de Tarea es una estrategia para la defensa de la frontera y la lucha contra los grupos irregulares armados de Colombia.
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Calificó como un récord el número de operativos realizados después del 1 de marzo del 2008, cuando el Ejército colombiano bombardeó un campamento clandestino de las FARC, en Angostura.
Desde el 2008, las FF.AA. han destruido más de 200 bases clandestinas de la guerrilla colombiana en territorio ecuatoriano.
Narváez alertó a Mena sobre los problemas de narcotráfico, tráfico de armas, combustible, bandas delincuenciales que generan inseguridad y atentan a la soberanía del Estado.
El nuevo comandante dijo que su misión será consolidar la parte administrativa y de logística del mando. Informó que se adquirirá equipos para inteligencia electrónica con el propósito de mejorar el control una vez que entren en funcionamiento los aviones no tripulados y dos nuevos radares.
Además, agilizará la construcción de dos nuevos destacamentos en la provincia de Sucumbíos, en El Palmar y Cantagallo, para mejorar los operativos fluviales en los ríos Putumayo y San Miguel.
Según información del Ministerio de Defensa, la movilización de los uniformados le representa al Estado $ 160 millones anuales.