El actor estadounidense David Carradine fue hallado muerto, desnudo y colgando de una soga en el guardarropas de su lujosa habitación de hotel en Bangkok, señaló la policía tailandesa, que fue alertada en la mañana de ayer sobre la muerte del actor, de 72 años, que interpretó a un monje en la serie estadounidense de televisión Kung-Fu.
“Fue descubierto colgando de una soga en el armario”, confirmó el teniente Pirom Jantrapirom, del cuartel policial de Lumpini en Bangkok. La autoridad señaló que no se encontraron indicios de la presencia de otras personas en la habitación. El cuerpo fue trasladado a un hospital para realizarle la autopsia.
Publicidad
Carradine estaba en el país asiático realizando una película. Según contó el representante del actor a la cadena Fox, Chuck Binder, el equipo notó la ausencia de Carradine el miércoles por la noche al no aparecer a la hora de cenar. Cuando el productor acudió a la habitación del actor a la mañana siguiente, descubrió que estaba muerto.
Binder calificó la muerte de Carradine como algo “estremecedor y triste”.
Publicidad
Carradine, conocido por todo el mundo como Kung-Fu tras protagonizar esa serie televisiva, nació en Hollywood, California, en una familia de actores. Durante su infancia fue un niño inconformista al que no le gustaba ser hijo de un famoso. Viajaba de un sitio para otro con la compañía teatral de sus padres y tuvo que cambiar varias veces de escuela.
En su juventud se convirtió en uno de los pioneros del movimiento hippy norteamericano y vivía en comunas, alimentándose de productos naturales y llevando un tipo característico de ropa. No quería ser actor sino granjero, por lo que se instaló en Vermont como peón agrícola, aunque más tarde se inclinó por la música y la interpretación teatral.
Así, se unió a un grupo escénico del San Francisco College para dar vida a personajes clásicos como Yago, de Otelo, Tiempo límite, Macbeth o La Tempestad. Es allí donde descubrió su aptitud para el drama y trabajó paralelamente en el cine y en la televisión.
En 1971 el productor Jerry Thorpe le pidió que interpretase al monje Kwai Chang Caine en la serie Kung-Fu, cuyo éxito lo lanzó a la fama mundial. Su personaje era el de un monje de ascendencia chino-americana, que crece en el templo Shaolín de China y se convierte en un budista experto en kung-fu, ciencia china de defensa personal. La serie se emitió un año más tarde por la cadena ABC de televisión en 63 capítulos, que posteriormente recorrieron las cadenas de televisión de casi todos los países.
Trabajó en numerosas películas. Entre otras, El huevo de la serpiente y Kill Bill 2, de Quentin Tarantino.