El escritor y semiólogo italiano acaba de publicar un libro con el significativo título de No esperéis libraros de los libros, y ayer, en Madrid, defendió la supervivencia del papel frente a los soportes digitales.
Pero no apoya el invento de Gutenberg por razones nostálgicas, sino por variados argumentos que desgrana en el libro, que ha surgido como fruto de un debate con el cineasta francés Jean-Claude Carrière.
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"Si tuviera que dejar un mensaje de futuro para la humanidad, lo haría en un libro en papel y no en un disquete electrónico", afirma Eco.
"He visitado la Biblioteca Nacional y he visto libros que tienen 500 años de antigüedad y manuscritos de hace mil años. Ahora bien, no sabemos cuánto puede durar un disquete de ordenador. Los llamados discos flexibles han muerto antes de agotar su capacidad de almacenamiento de datos. Hemos escrito un libro de 350 páginas para argumentar la larga vida que aguarda al libro en papel", comentó el autor, de 77 años.
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Aunque no descarta la posibilidad de leer 10 mil páginas en un e-book,
"para leer una novela no lo sé. Para mí es importante mojarme el dedo
para girar la página".
A juicio de Eco, que recibió la medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, "los nuevos medios de expresión que han surgido a lo largo de la historia no han matado a los anteriores". Así, ni el cine terminó con el teatro ni la televisión obligó a desaparecer a la radio.
"Desconocemos todavía la dimensión del fenómeno de internet. Pero en un libro o en una obra de teatro sabemos quién es el autor o la tendencia ideológica, mientras que internet se presta a una especie de mermelada comunicativa en la que todos hablan igual, como sucedió con las emisoras de radio hace unos años."
Futuro de los periódicos de papel
En este punto, no se mostró tan seguro. "El libro electrónico -afirmó- no sustituirá a los libros en papel, pero es probable que los soportes digitales releven a los diarios. Está claro que los periódicos ya sufrieron una crisis con la irrupción masiva de la TV. Ahora los informativos ofrecen las noticias en forma de telegrama, mientras el diario del día siguiente proporciona los temas con la extensión de una carta".
"Una de las alternativas que se abren para los diarios es profundizar en las noticias y generar un debate sobre ellas. Hegel dijo que la lectura de los diarios por la mañana eran el rezo matutino del hombre moderno, pero no sé si mi nieto querrá rezar de esa manera", precisó Eco.
Sin su característica barba y apoyado en un bastón, Eco no perdió vigor intelectual ni su simpática ironía. Ante una pregunta sobre el libro que le regalaría a Silvio Berlusconi, dijo: "No le regalaría ninguno, porque él dijo hace 20 años que no lee, aunque a la vista de las últimas noticias, le regalaría Lolita , de Nabokov"
La censura peor que internet
Antes de recibir el premio, a inicios de mes afirmó que el principal enemigo de los libros no es internet, sino el ser humano, que los censura y confina a bibliotecas inaccesibles.
Los enemigos de los libros son "principalmente los hombres, que los queman, los censuran, los encierran en bibliotecas inaccesibles y condenan a muerte a quienes los han escrito. Y no, como se cree, internet u otras diabluras", afirma el literato en una entrevista que publicó el diario turinés La Stampa.
"Internet enseña a los jóvenes a leer, y sirve para vender un montón de libros", añade.
Bibliotecas físicas vs. internet
Según Eco, internet es la "madre de todas las bibliotecas", aunque ofrece dos principales diferencias con respecto a los tradicionales lugares de conservación de libros.
"Primero, los libros de una biblioteca muestran, a través del nombre del editor, su grado de credibilidad, y los sitios de internet sin embargo no", explica el escritor.
"Segundo, internet ofrece también colecciones completas de grandes obras, pero sólo en traducciones libres de derechos (de autor) y no en la más reciente edición crítica. Por eso no va bien para muchas investigaciones de tipo filológico".