El defensor de Real Madrid, Pepe, se enfrenta a una prolongada suspensión después de que el árbitro detallara la agresión del internacional portugués contra dos jugadores del Getafe y el cuarto árbitro en su acta del encuentro del martes.
Cuando el marcador iba 2-2 y quedaban tres minutos del encuentro de Liga en el estadio Santiago Bernabéu, Pepe empujó a Francisco Casquero dentro del área madridista y el árbitro marcó el penal.
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Pepe dio entonces una patada a Casquero en el suelo y una segunda le clavó los tapones de su botín en la espalda del centrocampista. En la posterior pelea, golpeó a otro jugador del Getafe, Juan Albín, en la cara.
El defensor vió la tarjeta roja al recibir la segunda amarilla en el encuentro, que el Madrid ganó 3-2 gracias a un dramático gol del argentino Gonzalo Higuaín en el tiempo añadido.
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"(Pepe) propinó una patada al jugador objeto de la falta, y un puñetazo en la cara a un adversario", dijo el árbitro Carlos Delgado Ferreiro en su acta.
"Dicho jugador, cuando abandona el terreno de juego, se dirige al cuarto árbitro con la siguiente frase: Sois todos unos hijos de puta", escribió.
Pepe también violó las normas al volver al campo a celebrar el gol de la victoria de Higuaín con sus compañeros, añadió Delgado.
El defensor madridista pidió después perdón por sus acciones pero se perderá el partido contra Sevilla, tercero en la tabla, este fin de semana y casi seguramente no podrá disputar el clásico contra Barcelona en casa en unos diez días.
La victoria del Madrid redujo la ventaja del Barcelona a tres puntos antes del encuentro de hoy del líder contra el Sevilla en el Camp Nou.
Dependiendo de la decisión del comité disciplinario, que se conocería hacia final de semana, Pepe podría incluso ser suspendido para los seis encuentros que quedan de campeonato.
El presidente del Getafe, Angel Torres, fue citado en algunos medios diciendo que esperaba que Pepe fuera sancionado con 10 partidos de suspensión.
El entrenador del Madrid, Juande Ramos, defendió a Pepe tras el encuentro, diciendo que pretendía dar una patada al aire, y no al jugador.
El portero Iker Casillas, que atajó el penal de Casquero, fue menos indulgente: "No se puede hacer lo que ha hecho Pepe vistiendo la camiseta del Madrid".