De ascendencia alemana (por sus bisabuelos y abuelos paternos) pero nacido en Argentina, el cantante Sebastián Schneider promociona en Ecuador el tema Dame, que consta en su segunda producción discográfica titulada Un día más.
Alto, delgado, de finas facciones y hablar pausado, Schneider contó que a los 6 años –ahora tiene 26– ya tocaba la guitarra acústica. El instrumento se lo obsequiaron sus abuelos y como Juan Carlos, su padre, también era guitarrista, Zulema, su madre, lo inscribió en el Conservatorio Carlos Guastavino de Buenos Aires.
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Aprendió música clásica y fue influenciado por sus maestros a atesorar las composiciones en inglés, interpretadas por agrupaciones como The Beatles.
“Por eso es que con el tiempo acogí como mío el indyrock, que es el género que me caracteriza en los escenarios”.
Pero también hace fusiones, Toca y canta temas del folclore argentino, así como el bossa nova y la música tradicionales de varios países. Tras participar en algunos festivales internos e integrar agrupaciones locales como Odisea y Séptimo Sentido, Schneider fue motivado por el músico argentino Horacio Ascheri –quien fue su mánager– a convertirse en solista.
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Él, dice el cantante, lo vio actuar en un evento privado y en el 2004 lo impulsó a grabar su primer álbum. Lo tituló Canción para nadie, “porque era una época muy triste de mi vida y todos los temas que compuse para este disco eran melancólicos”.
Su propuesta gustó en Buenos Aires y a los dos años vino Un día más. “De mi primer CD Haciendo fuego fue la canción con la que más luché porque su intro era muy largo –duraba cinco minutos– y promocionarlo en las radios resultó complicado, pero se hizo”.
En este año, y tras gustar en su país, Schneider decidió probar suerte en otros países latinos e impulsar su estilo. “No es masivo. El indyrock es una mezcla de rock con algo de pop y la música sesentera y setentera. He comprobado que gusta a adultos y adolescentes”.
Además de Guayaquil, el cantautor argentino ha llevado su música a Cuenca, Loja, Ibarra, Ambato y Quito.