El antiguo Hospital Eugenio Espejo constituye un magnífico patrimonio cultural que evoca la ciencia médica, la disertación clínica, la genialidad quirúrgica y tantos hechos que conforman la personalidad de esta estructura de cinco pabellones independientes separados a través de jardines, en los cuales se desarrollaban las áreas administrativas, capilla, vigilancia, hospitalización, morgue, cirugía, desinfección, esterilización, laboratorios, calderos, cocina, lavandería, planchado y frigoríficos. Pero desde marzo, tres de sus cinco pabellones funcionan como el centro de convenciones y exposiciones más completo del país, según sus autoridades. Catorce salones que pueden albergar a un total de 2.500 personas trabajando simultáneamente es la oferta de este espacio que deslumbra con su estilo de antaño sembrado de elementos modernistas, como sus vitrales en uno de los patios interiores. La restauración salvó la mayoría de los detalles arquitectónicos originales, como los marcos de madera de los amplios ventanales que ahora brindan luz natural a los salones de reuniones.La amplia capilla también es parte de esta restauración completada en el 90% tras una inversión de 4 millones de dólares, que incluye dos pabellones administrados por la Academia de la Medicina y el Museo de la Medicina, próximo a estrenarse, mientras que en enero se espera la apertura del antiguo edificio administrativo, que acogerá las oficinas de la Corporación Metropolitana de Turismo. Solo faltan los acabados interiores y pequeños detalles en las tejas del techo. Además, se espera en ese plazo tener concluidos los trabajos de readecuación del teatro Capitol, con lo cual este complejo de eventos contará con ese escenario, que puede recibir hasta 1.500 personas para disfrutar de espectáculos y charlas magistrales.