“¡Huy!, es un bacano (persona sobresaliente)”, “es humilde y sencillo”, con esas frases califican a Juanes en Medellín, la ciudad en la que el artista colombiano estudió y formó su primer grupo musical y donde además vive su familia.
A pesar de que el cantante nació a 110 km de esa ciudad, en Carolina del Príncipe, para todos la urbanística Medellín es la tierra del intérprete de La camisa negra, porque fue la que lo vio surgir como artista hasta convertirse en la reconocida estrella internacional que es hoy, con un récord histórico de 17 premios Grammy y su cualidad admirable de filántropo que está sensibilizando a gobiernos.
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Luz Mercedes Sáenz, ex directora de la Facultad de Diseño de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, profesora del artista que la semana pasada se convirtió en el primer cantante latino en conseguir cinco Grammy en una sola ceremonia, dice que el año pasado le dieron al cantante el título de Diseñador Industrial. La ceremonia no tuvo publicidad, fue privada, y acudió con su esposa, Karen Martínez, y su madre, Alicia Vásquez, agrega.
Juanes dejó sus estudios en el 2000, cuando aún le faltaban tres materias por aprobar. Si se hubiese graduado en esa época habría obtenido el título de Diseñador Industrial con especialización en vestuario; además estudió joyería, calzado y modelo de textil. “Fue ese año que tuvo que decidir si terminaba sus estudios o se dedicaba a la música, ya sea como solista o con su grupo Ehymosis. Fue difícil para él”, indica Sáenz.
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El consejo de facultad decidió convalidar las materias y el comité académico le otorgó el título de Diseñador Industrial. “Evaluamos la calidad de su trabajo, las letras de sus canciones que han desarrollado un sentido de pertenencia para Colombia y tomamos la decisión. Valió la pena convalidar”, sostiene.
Ese día, su madre era la más feliz, pues cumplió su sueño de ver graduado a su hijo.
En la ceremonia el artista comentó que en su labor musical, al igual que en el diseño, le toca trabajar mucho con los elementos hasta lograr la armonía que un diseñador busca en sus creaciones. La ex maestra de Juanes afirma que él siempre demostró tener una capacidad reflexiva y su preocupación por los más jóvenes era evidente.
“Juanes no ha cambiado, sigue con la misma actitud humilde y prudente”, asegura Sáenz. Manifiesta que el autor de temas como Me enamoro nunca fue extrovertido, pero cuando llegaba, con su caminar lento, llamaba la atención de las chicas. Además tenía el cabello largo, hasta terminar la espalda, y una moto amarilla estilo Harley Davison. “Era muy centrado en sus estudios”.
Para José Lopera, baterista y productor del grupo Entre3 y ex integrante de Ehymosis, banda que duró nueve años, el artista es la misma persona sencilla y prudente que conoció. “Es descomplicado y humilde. Cuando decidió ser solista, lo acompañé en la producción y gira de sus dos primeros discos, Fíjate bien y Un día normal. Luego decidí separarme porque me gustan más los grupos”, dice.
Lopera, quien no ve seguido al intérprete de La vida es un ratico, por sus múltiples actividades, indica que se mantienen en contacto por correo digital.
Luis Mario Morales, miembro del trío Nueva Gente (27 años de trayectoria), se refiere al cantante como un hombre noble. “En una ocasión nos dijo que era nuestro fan, que desde muy pequeño nos escuchaba y que su mamá compraba nuestros discos”, anota.
“Es muy querido nuestro paisa. El año pasado construyó un parque de diversiones”, comenta Wilfrido Jaramillo, un taxista de 51 años.
Juanes vendrá al país para el Festival Live Ecuador, mañana en el estadio Atahualpa de Quito y el sábado en el Alberto Spencer de Guayaquil, con Aleks Syntek, Moderatto y Belanova. Entradas a la venta en Musicalísimo y Casa Tosi.