Los dos niños, según las mismas fuentes, murieron asfixiados por la densa humareda que provocó el incendio y el médico de emergencias que se personó en el lugar de los hechos, en la ciudad de Ibiza, no pudo hacer nada por sus vidas.

Los padres de los pequeños, que en el momento del siniestro no se encontraban en la casa, son atendidos por un psicólogo del servicio de emergencias, aseguró una fuente.

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Una patrulla de la policía local de Ibiza fue la primera en acudir al lugar, tras recibir una llamada de unos vecinos, quienes alertaban del humo en una vivienda próxima.

Cuando llegaron los agentes, según  explicaron  fuentes del Ayuntamiento de Ibiza, ya no había fuego; no obstante, el intenso humo les impidió el paso al centro de la vivienda, un edificio de dos pisos al que las llamas  afectaron en toda la parte inferior.

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Elementos del cuerpo de bomberos fueron los encargados de rescatar los cuerpos sin vida de los dos niños. La entidad   asumió también la investigación para determinar las causas que pudieron provocar el percance.