El director trajo a Guayaquil su filme más reciente, Cuando me toque a mí, que ya ha sido visto por 80.000 espectadores en el país.
A ocho meses de haberse estrenado en Quito, la cinta Cuando me toque a mí, del realizador ecuatoriano Víctor Arregui, desembarcó en Guayaquil. Se exhibe en los Supercines. En el país la han visto ya 80.000 personas y espera que el número crezca. Este director está convencido de que “es el público el que tiene que respaldar el cine nacional”. Señala que la taquilla permite pagar deudas. Como anécdota cuenta que hace recién tres semanas acabó de cancelar las deudas que contrajo para rodar su primer largometraje, Fuera de juego.