Desde hace tiempo su nombre integraba las ternas para el galardón de cultura. A los 80 años acaba de recibirlo.

La escritora quiteña Alicia Yánez Cossío, quien obtuvo el Premio Nacional de Cultura Eugenio Espejo en la categoría Actividades Literarias, manifiesta  que el anuncio del galardón lo ha recibido con     alegría, “aunque pienso que tardaron mucho en dármelo. Quizá cuando era más joven me habría gustado más”, confiesa.

Yánez sostiene  que para este premio propusieron su nombre  hace   tiempo grupos de mujeres y   clubes de lectores. “Siempre he estado en alguna terna o nominada o algo de eso”, dice.

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La catedrática Cecilia Ansaldo Briones  coincide con ese criterio. Señala que no tiene idea del motivo de la tardanza,  pero indica que las candidaturas siempre son fluctuantes,  que están sujetas a los criterios de las autoridades de turno. Sin embargo, añade que, a su juicio,  estuvo bien asignado el premio para las personas que lo ganaron antes. “No puedo dudar de ninguna manera de un Eugenio Espejo para Miguel Donoso Pareja o para José Martínez Queirolo”, afirma.

Dice que Yánez es la narradora más prolífica y más constante que ha tocado temas nucleares de la literatura ecuatoriana. La escritora, quien remontó un cáncer y es autora de doce novelas, cuentos, ensayos  y poemas, se declara absolutamente solitaria y dice no pertenecer a determinados grupos vinculados a la cultura. Por ello cree que demoró la premiación. También lo atribuye a un poco de machismo, “de todo un poco”, anota.

Considera que su inclinación a la actividad artística se dio porque quizá nació con tendencia para ello. Recuerda que desde niña leía toda clase de libros que caían en sus manos, aunque prefería los de aventura  y escribía porque le gustó siempre. Indica que su carrera artística fue influida  por dos personas importantes: su madre,  Clemencia Cossío, y la profesora de literatura, una monja de nombre Rosa Elena,  en el colegio Sagrados Corazones.

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Dice que le es más fácil escribir novelas que cuentos “y para escribir poesía yo necesito determinadas situaciones anímicas”, indica.

Para Macshori Ruales, editora de la revista  Anaconda,   Cultura y Arte, Yánez merece este  premio. Añade que es una mujer que ha contribuido mucho al país. El legado de la ganadora, manifiesta, es su trabajo intelectual como investigadora y como  escritora. Destaca   los primeros apuntes de Yánez, sobre todo, acerca de la situación de la mujer.

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Entre sus trabajos, la galardonada tiene cierta preferencia por la última novela que publicó:  Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Occllo.

Acerca del destino que les dará a los 10 mil dólares del  premio, la novelista ya lo tiene  definido, pero prefiere mantenerlo en reserva porque, anota, “no conviene” y se limita a decir:  “Sí, ya está bien distribuido”.

A futuro dice no saber qué pueden esperar los lectores de Alicia Yánez Cossío,  porque “si yo misma no sé qué es lo que el futuro pueda producir”.

Indica que el premio no es un impulso a su carrera,  porque  está “casi al terminar”, lo considera más bien como un reconocimiento a su trayectoria.

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PERFIL: Alicia Yánez

EDAD
80 años. Nació en 1928.

PREMIOS
Con su novela Bruna soroche y los tíos obtuvo en 1972 el Premio Nacional  Ismael Pérez Pazmiño de  Diario EL UNIVERSO. Y por su obra El cristo feo ganó el Premio  Sor Juana Inés de la Cruz, en 1997.

OBRA RECIENTE
Su más reciente libro se titula Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Occllo (2008).