| claramedina5@gmail.comLa historia de Chiquita no es  pequeña como fue ella. Es enorme y el escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez se encarga de contarla  en un libro de 550 páginas, con el cual obtuvo el Premio Alfaguara de Novela 2008. Se titula Chiquita y narra la vida de una mujer diminuta (a una persona de estatura normal le llegaba a la rodilla) llamada Espiridiona Cenda. Una cubana, originaria de Matanzas, que no obstante  su pequeñez corporal logró triunfar en el mundo de los espectáculos de variedades en Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX. Se trata, según ha confesado Rodríguez, de una historia con base real, que él ha novelado. Es una biografía imaginaria de alguien que existió. Escritor conocido sobre todo por sus textos de literatura infantil –aunque también ha escrito para adultos–, Rodríguez convierte la vida de Espiridiona en una entretenida novela. Casi una ni se entera cuando, entre página y página, termina de leerla. Es, en realidad, como un libro dentro de otro libro.Espiridiona  ya es una mujer madura (de unos sesenta años), retirada del mundo del espectáculo, pero desea  contar su vida. Dejar estampado, por escrito, su propio mito. Y entonces contrata a una especie de amanuense, Cándido Olazábal, también matancero, a quien  ella le dicta su historia. Una historia larga, que ordena en 25 capítulos y de manera cronológica. Cándido le agrega  una especie de prólogo y epílogo. Y todo eso se convierte en la novela de Rodríguez, en la que Cándido es, en realidad, otro de los personajes. Descendiente de una familia adinerada, Chiquita nació en una Cuba que se desangraba, que peleaba por su liberación de España. Y cuando perdió a sus padres, su fortuna, y sus hermanos abandonaron la casa, ella tomó las riendas de su vida. No estaba dispuesta a vivir de la lástima de los otros. Tras su viaje a Estados Unidos, se convirtió en una estrella de  espectáculos de variedades,  arrogante, mandona, seductora, adinerada. Tenía una necesidad imperiosa de hacerse notar e imponerse en este mundo que no estaba hecho a su medida. Aunque Espiridiona habita en Estados Unidos, el telón de fondo de la novela es Cuba y sus luchas.  El  poder y la supervivencia en un mundo que margina a los diferentes, o, por el contrario, los toma como sujetos de burla (otra forma de marginación), son algunos de los temas que aparecen en esta obra, que tiene  algo de suspenso e intriga. Un duque que alguna vez visitó Matanzas y a quien la madre de Chiquita conoció, le regaló para su pequeña hija un amuleto, que a lo largo de la novela se convierte en otro protagonista. Y también el espiritismo. La filosofía“La grandeza no tiene tamaño”, le dice a Chiquita la actriz francesa Sara Bernhardt cuando actuó  en  Matanzas y Espiridiona era apenas una joven que gustaba del arte, leía bastante y   manejaba varios idiomas, pero a la que sus padres protegían como a una recién nacida y todos miraban como una rareza, como un error de la naturaleza.Esta frase  parece ser la filosofía de Chiquita, a quien eufemísticamente  en casa llamaban liliputiense y no enana. Su madre, Cirenia, se encargaba de explicárselo: los enanos son deformes. Ella, en cambio, era diminuta, pero proporcionada. Cuando alcanzó la fama, pasó a ser "la muñeca viviente" o "el más pequeño átomo de la humanidad".  Rodríguez aprovecha su experiencia en la narrativa para niños. El lector se encuentra, siempre, frente a un texto dinámico, con humor y que echa manos, a veces, de frases, de construcciones que recuerdan el mundo de la escritura para niños: “Cirenia sintió que las piernas se le volvían de manteca”. “Lo que a la niña le faltó en tamaño le sobró en viveza”, etcétera. Pero la diferencia está en que Chiquita hace cosas de grandes.AgendaEl escritor Antonio Orlando Rodríguez visitará Guayaquil el martes 29 de julio, para presentar su novela Chiquita en Mr. Books de Mall del Sol. Será a las 19:00.