En las salas Ramiro Jácome y Víctor Mideros de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito, (Seis de Diciembre y Patria), el próximo 5 de junio, a las 19:00, se inaugurará la exposición de instalaciones Desarraigo y regresos, de la artista Sandra Fernández. La muestra permanecerá abierta hasta el 28 de junio.
Su obra ha pasado por cuatro periodos. En el primero, asimila un proceso de desarraigo por las circunstancias políticas y sociales del Ecuador de 1986 y decide viajar a Estados Unidos.
Con su cámara de fotos, va tras de historias de migrantes. El segundo se refiere al pasado ancestral, a sus experiencias y recuerdos buenos y malos; de nacimientos y pérdidas de vidas. En el tercero comenzó a trabajar en la serie Cucas/ muñecas de papel, utilizando la figura de una falda como elemento visual y metafórico para hablar de las varias situaciones de vida que aquejan a las mujeres.
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El periodo actual, el cuarto, es el retorno, con ojos nuevos, y poco a poco al sitio donde empezó hace 20 años. En estos últimos años he reconciliado, dice Sandra Fernández, el hecho de que donde vivo es mi casa, pero nunca mi llacta.
“Decidí sacar una licenciatura en Bellas Artes y aprender técnicas más avanzadas en dibujo, pintura, fotografía, grabado, etcétera. Con este nuevo descubrimiento me sentí finalmente a gusto con algo, en un país que consideraba tan inhóspito”, señala en un texto preparado por la Casa de la Cultura.
Fernández nació en Queens, Nueva York, en 1964, pero creció en Quito hasta 1987. Actualmente reside en Austin-Texas, donde es profesora universitaria de Historia del Arte de la Universidad de Texas.
