El siempre estupendo y talentoso Anthony Hopkins se siente a sus anchas encarnando a Ted Crawford. Un papel a la medida de sus zapatos y que no le permite abandonar la sombra de los villanos inteligentes. Cierto es que a ratos es difícil verlo en esta caracterización y olvidarse del célebre Hannibal Lecter, más aún cuando se lo ilumina de costado o desde arriba; pero en Fracture, Hopkins imprime un raro acento y una peculiar forma de caminar a Crawford, que le otorga vida propia al personaje. Construye así una personalidad fascinante, capaz de provocar empatía y rechazo al mismo tiempo.