Teníamos el menú de siempre –el “drama humano” que no respeta a víctimas como estos niños en emergencia y shock– matizado por opiniones diversas hasta que llegaron “los pastores evangélicos”. Dos personas se arrimaron a la puerta de la ambulancia y comenzaron a invocar a las fuerzas divinas para que salve a una mujer de las garras de satanás. Luego hablaron del ataque diabólico, como si estuvieran hablando de la visita de un ratero de poca monta.