Durante la 79ª entrega de los premios Oscar tenía enfrente a nada menos que a Peter O’Toole por la película Venus; Leonardo DiCaprio, por Blood Diamond; Ryan Gosling, por Half Nelson, y su gran amigo Will Smith por The Pursuit of Happyness. Hasta las apuestas en Las Vegas se habían cerrado por tantas probabilidades a su favor. Nadie se equivocó. Cuando Reese Witherspoon abrió el clásico sobre lacrado, el Oscar como Mejor Actor en la película The Last King of Scotland (El último rey de Escocia) ya tenía nombre propio: Forest Whitaker.<strong>Pregunta: </strong>¿Esperaba ganar el Oscar cuando terminó de filmar la película sobre Idi Amin?<br /><strong>Respuesta: </strong>Me encanta que la gente haya recibido tan bien una interpretación como esta. Me hace sentir realmente bien. He trabajado muy duro, particularmente con este personaje. Y espero que la gente también haya visto la película porque es única. Empezaron proyectándola en apenas cuatro cines y de a poco todo fue creciendo. Con respecto al resto (el Oscar), no quise atraparme en las expectativas porque podía haberme llevado una gran desilusión. Uno nunca sabe lo que puede a pasar. Hace bastante tiempo que vengo trabajando en esta carrera y ya había escuchado hablar sobre temas parecidos a mucha gente. Incluso el año pasado cuando estaba grabando The Shield en televisión, habían dicho algo parecido con el premio Emmy (el Oscar de la TV). Aseguraron: “Él va a ganar” y ni siquiera me nominaron. Es genial disfrutar el momento y es lo que trato de hacer.<strong>P: </strong>¿Qué se siente al ganar un Oscar? ¿Qué pasa por su cabeza cuando ve semejante premio en la mano?<br /><strong>R: </strong>Es una gran noche. Es increíble. Es como un momento mágico. No creo haber vivido algo así antes. Cuando era más joven, solía ser un idealista, era demasiado inmaduro y ni siquiera pensaba en seguir con la actuación. No sabía si podía ser lo suficientemente bueno. Recién después de diez o doce años de carrera, sentí que podía hacerlo. Hoy es todo tan diferente.<strong>P: </strong>¿Quiere decir que pudo haber seguido un camino completamente diferente a la actuación?<br /><strong>R: </strong>Al principio tuve muchas dudas. En cierta forma, había empezado a trabajar antes de hacerlo profesionalmente, en algunas actuaciones de la universidad, cuando no estaba seguro si era lo suficientemente bueno. Con el tiempo empecé la búsqueda por encontrar el personaje en una página que no existía, tratando de crear algo especial. Y es grandioso cuando se puede interpretar algo que está escrito. Eso es lo bueno: seguir y mejorar todo el tiempo; porque tuve la suerte de trabajar con muy buenos directores que me dieron la oportunidad de hacer mi trabajo.<strong>P: </strong>Conociéndolo personalmente por su calidez personal o la forma suave con la que habla siempre, el Oscar realmente destaca la diferencia entre aquel personaje y usted. ¿Le sorprendió que pudiera generar tanta energía personificando a Idi Amin?<br /><strong>R: </strong>Sí, supongo que es el personaje. La transición es real porque últimamente estoy limitándome un poco más en mi vida interna y externa, pero en cine traté de capturar la energía, mostrando a alguien que llamara la atención cuando entra en algún lugar. Era muy importante y es algo que traté de buscar. Investigué bastante y lo estudié, vi cómo enfrentaba la atención entrando a un lugar como si fuera un rey guerrero. Porque así era él. Intenté capturar esa energía adentro mío y traté de sacarla lo más que pude.<strong>P: </strong>¿Qué otros factores cree que ayudaron para ser reconocido con un premio tan importante como el Oscar?<br /><strong>R: </strong>Tuve que comprometerme con el personaje (de Idi Amin). Hablaba con mi familia por teléfono, pero el personaje me consumió bastante. Hasta cuando no filmaba, buscaba continuamente algo nuevo sobre el personaje o me zambullía en la cultura, hasta un punto de ver a la gente y saber a la tribu que pertenecían. Me mantuve ocupado aprendiendo, creciendo.<strong>P: </strong>¿Cómo fue que se le ocurrió semejante discurso para agradecer el Oscar?<br /><strong>R: </strong>¿Sabes? Es una asombrosa afirmación sobre lo que está pasando. Me parece que tenemos que estar conectados como planeta. Y cuando vemos que este año ganaron personas de todo el mundo, desde México, Alemania, España o artistas de Japón, con historias que reflejan la diversidad de la humanidad, creo que hoy lo necesitamos, porque tenemos que entender que todo está conectado. Es importante. Tenemos que prestar atención para entender que yo te afecto tanto como tú a mí.<strong>P: </strong>¿Había preparado el discurso con tiempo o lo escribió ese día?<br /><strong>R: </strong>Lo había pensado la noche anterior. La idea se me había ocurrido antes, pero traté de que no fuera demasiado aburrido. Intenté lo mejor que pude, pero también fui bastante presumido, uno nunca sabe, no importa lo que digan.<strong>P: </strong>¿Qué mensaje cree que transmite una película como El último rey de Escocia?<br /><strong>R: </strong>Trata sobre la corrupción del poder. Y al final, me gustaría que la gente piense sobre lo que pasa cuando la cultura occidental se entromete en otros lugares dictando un estilo de vida diferente, para ver la clase de monstruos que se crean así.<strong>P: </strong>¿Haber filmado la película en Uganda también influyó en una mejor interpretación?<br /><strong>R: </strong>El lugar me alimentó por completo. No solo había estado en Uganda, estuve con mucha gente que había conocido a Idi Amin personalmente. Pude entrevistar a sus hermanos, sus ministros, sus generales. Usé el vestuario completo. Vivía culturalmente con la gente y en los mismos escenarios, como el Parlamento, era el verdadero. Mi casa era la misma donde Idi Amin se había criado. El auto era la misma limusina que lo llevaba a él. Me absorbió la energía con tantas realidades. Al menos intenté absorber la energía y la cultura. Además de la investigación técnica, también traté de entender el significado de ser africano, lo que significa ser un ciudadano de Uganda. Era importante y crucial para el personaje. Si hubiéramos estado en otro lado, incluso en Sudáfrica, no hubiera sido lo mismo. Uganda es muy específica.<strong>P: </strong>Idi Amin falleció apenas tres años atrás. ¿Él sabía que estaban filmando esta película? ¿Alguien le habló del tema en los últimos años que estuvo exiliado?<br /><strong>R: </strong>Suena interesante, pero no lo sé. Siempre leo que murió hace tres años y yo sé que esta película hace seis años que pensaban filmarla. Quiero pensar que lo deben haber llamado, pero yo no estuve desde el principio de la producción, así que no sé si lo supo.<strong>P: </strong>¿Cómo describiría usted a Idi Amin más allá de su papel?<br /><strong>R: </strong>En Uganda tienen una doble opinión sobre él. Hay gente que lo odia un poco. Hay quienes realmente lo admiran como a un héroe. Y hay un grupo enorme que dice “Sí, lo conocí. Todos esos asesinatos y atrocidades ocurrieron pero también hizo grandes cosas”. Hizo cosas que obviamente estaban mal, pero creo al principio, que quería cambiar al país.<strong>P: </strong>¿Qué cosas buenas hizo?<br /><strong>R: </strong>Infundió orgullo nacional forzándolos a practicar el idioma de las tribus, forzándolos a ver el lago y decir: ‘Mira, ese no es el lago Victoria”. Creó una radio, me parece que fue Uganda One, donde ensayaban obras de teatro radiales. Las mejores, después las llevaba al escenario. Si hablas con la gente de teatro en Uganda te dicen: “Hoy no tendríamos teatro si no fuera por él”. También hay gente que dice: “Pero mi tío fue asesinado por Idi Amin” o “Conozco estas mujeres que Idi Amin abusó”. ¿Se entiende lo que quiero decir? Es una combinación muy extraña. No se pueden ignorar las atrocidades que ocurrieron, pero es la razón por la cual existe ese doble punto de vista sobre Idi Amin. Perdón que hable tanto. ¿Debería parar? No solo la gente de Uganda tenía ese punto de vista, porque Idi Amin era el jefe de la Organización de Unidad Africana. También era buen amigo de Golda Meir. Los israelíes lo habían entrenado y los británicos lo llevaron a Sandhurst. La razón por la cual lo pusieron en el poder fue porque estaban tratando de crear un bloque comunista entre Uganda, Kenia y Tanzania. Pensaron que si lo controlaban, iba a hacer lo que ellos querían. Y al final no fue lo que pasó. Él reaccionó como diciendo: “No, quiero que Uganda sea un lugar mejor”.<strong>P: </strong>Idi Amin no era el hombre más bueno del mundo, ¿pudo dejar las malas influencias atrás? ¿Le quedó algo?<br /><strong>R:</strong> ¿Al final? No. El último día ya quería sacarme el personaje del medio, tanto como podía. Uno literalmente se toma un baño y deja que se borre todo con el agua. Traté de recuperar la voz porque hablaba mucho y mi tono es mucho más bajo. Por suerte, también pasé a otro personaje bastante pronto y pude quitármelo. La forma de preguntar o el modo de responder fueron difíciles para mí porque había trabajado muy duro para lograr esa expresión. Eso me tomó un poco más de tiempo, igual que dejar de hablar en primera persona cuando me preguntaban sobre él. Me llevó bastante. En casa me pedían que parara. “¿Estás loco? Deja de decir yo, yo” (se ríe). Necesité tiempo.<strong>P: </strong>¿Qué lección aprendió usted con esta película?<br /><strong>R: </strong>Me cambió el punto de vista sobre el sentido de mi fuente, mi lugar de nacimiento. Me hizo más orgánico por dentro al colocarme en una posición donde mi trabajo era entender y ser más africano. Fue una oportunidad increíble. Jamás hubiera podido tener la misma experiencia en África si no fuera por esta película. Fue trabajo, pero también lo disfruté.<strong>P: </strong>El Oscar seguramente cambiará su carrera, pero al parecer ya lo había cambiado bastante con esta película. ¿Tuvo alguna otra influencia con semejante personaje?<br /><strong>R: </strong>Yo trato de ser honesto con cualquier personaje que hago, pero como artista me ayudó a pensar; me ayudó a trabajar internamente un poco más. Como persona, es un poco difícil porque mi sangre siente diferente. No sé cómo describirlo. Siento que me comí el lugar y ahora es parte de mi sistema. Es parte de mi ser. No quiero decir que sepa lo que significa ser africano, pero comprendo lo que yo soy más en profundidad al saber cómo es alguien que nace en el África.