"La Anunciación", famosa pintura de Leonardo da Vinci, fue colgada finalmente el viernes en un gran museo de Tokio tras realizar un largo viaje sin problemas desde Italia, donde su salida provocó la furia de los medios culturales italianos.
Esta obra maestra (1472-75) sólo salió de Florencia tres veces desde 1867, cuando empezó a exponerse allí: a París en 1935 y a Milán en 1939, y para pasar la Segunda guerra mundial en un lugar protegido de 1940 a 1945.
Los 15 expertos y técnicos especializados tomaron una hora para sacar la obra de un empaque con triple protección y de una caja impermeabilizada. El cuadro es un óleo sobre madera de 2,17 metros por 98 cm.
Antes de colocarle una protección de vidrio al cuadro, un experto de la Galería de los Oficios de Florencia (Italia) lo desempolvó suavemente para eliminar las posibles partículas que se hubieran acumulado durante su viaje por mar y aire.
Funcionarios italianos y japoneses aplaudieron luego, al concluir la delicada operación.
"Estoy muy impresionado por las medidas de seguridad. El viaje no tuvo el más mínimo problema. El traslado fue excelente", se congratuló el embajador de Italia en Japón, Mario Bova.
"Me encuentro muy conmovido por ver que esta obra de arte, tan importante para la cultura mundial e italiana, realizó este viaje para el público japonés", declaró.
Durante el traslado, las medidas de protección incluían una "caja negra" conectada a una computadora que vigilaba la temperatura y la humedad.
"No podía haber condiciones más perfectas", dijo Antonio Godoli, de la Galería de los Oficios, quien supervisó el viaje.
En una protesta contra el préstamo, un senador italiano se encadenó a una columna de la Galería, acusando al ministro de Cultura de "arrogancia" al autorizar la salida de la obra fuera del país.
La transferencia del cuadro, que salió el lunes de Florencia, provocó la oposición de los medios culturales italianos, incluso del director de la Galería de los Oficios, Antonio Natali, que consideraba la obra muy frágil para viajar en avión.
Quien decidió el traslado fue el ministro italiano de Cultura Francesco Rutelli (centro-izquierda), pese a las protestas de intelectuales opuestos al préstamo de la obra, entre ellos el cineasta Franco Zeffirelli.
El cuadro será expuesto en Tokio del 20 de marzo al 17 de junio, en el marco de un gran festival cultural, la "Primavera italiana".
El museo nacional de Tokio precisó que tomó todas las precauciones necesarias para proteger la obra de los temblores de tierra, muy frecuentes en la capital japonesa.
El cuadro fue asegurado por 100 millones de euros.