Los líderes de Sociedad Patriótica y el Prian evidenciaron que marcarán el debate político ya sea desde el Congreso (donde ambas agrupaciones suman 52 diputados)  o, incluso, desde la propia Asamblea Constituyente, donde aspira acomodarse Gutiérrez, pese a que aún es incierta la restitución de los derechos políticos que perdió el año pasado por incumplir la Ley de Gasto Electoral.

Ante los problemas para mantener la mayoría legislativa con el Prian al repartirse los tribunales electorales y los organismos de control, Gutiérrez se alió a los grupos de centroizquierda que apoyan a Correa en la instalación de una Asamblea Constituyente.

Publicidad

Pero, durante  su posesión simbólica en Zumbahua (Cotopaxi), un día antes de la oficial, Correa calificó a Gutiérrez como una  “traidor”,  “lobo con piel de oveja” y “víbora”.

El líder de SP demoró más de dos días en responderle y, en un discurso leído junto a sus 24 legisladores,  tildó  al nuevo Jefe de Estado de “prepotente”,  “majadero”, “aprendiz de insultador” y una “nueva versión del insolente recadero de la oligarquía”.

Publicidad

Aclaró, sin embargo, que sí respalda la instalación de la Constituyente y manifestó su deseo de presidirla. Aun así, resolvió regresar a los brazos de la mayoría parlamentaria del 5 de enero pasado y se juntó nuevamente a los bloques del  Prian, el PSC y la UDC.

Para Ana Lucía Córdova y Augusto Barrera, de Auditoría Democrática y del Foro Urbano, respectivamente, es “peligrosa” la cercanía entre Correa y Gutiérrez.

“No es coherente lo que está pasando en lo político. Por un lado se reúne con él y por otro se pelean. Pero esto puede ser parte de un acuerdo del que no tenemos detalles”, coinciden ambos analistas.

El líder prianista, en cambio,  llegó el lunes de improviso a Quito, justo cuando todas  las miradas estaban puestas sobre los actos de posesión del mandatario entrante. Es que el mismo día que empezó la nueva administración, el empresario bananero inició públicamente su acción opositora. 

En el Banco del Litoral, reunido con sus 28 diputados, Noboa citó a la prensa  y, sin aceptar ninguna pregunta de los periodistas,   retó  al Mandatario  a que “en el Congreso se hagan las reformas constitucionales, a que dé vivienda para los pobres: 300 casas al día; a que doble el bono de la pobreza como él lo ofreció; a que baje las tarifas eléctricas a la mitad; también, el precio de la urea, y quiero ver cómo va a hacer ese acto de magia en los próximos meses”.

“Todo Gobierno necesita una oposición, pero democrática, porque la intriga, la maledicencia y la hostilidad no favorecen al país. Ambos personajes no están ejerciendo oposición democrática; esta debe ser la memoria colectiva que le recuerde al Gobierno lo que prometió, lo que debe hacer y lo que debe rectificar”, expresa el ex diputado Marco Proaño Maya.