Es una pintura de 1961 y en ella se aprecia el interés del artista por lo ancestral, una de las múltiples líneas temáticas de este autor nacido en Píntag, Pichincha, en 1930, y que ha desarrollado gran parte de su trayectoria en Europa. Su producción está integrada por dibujos, pinturas, grabados y esculturas.
El realismo social fue el clima en el que se desarrollaron los inicios plásticos de Maldonado. A los 17 años llegó a Guayaquil desde Píntag e ingresó a la Escuela de Bellas Artes. En 1957 viajó a Italia con una beca y estudió en la Academia de Bellas Artes de Roma. De ahí surgió una serie de dibujos clásicos.
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En la década del sesenta, Maldonado incorporó signos arqueológicos a obras constructivistas. Más adelante, la “S”, signo que puede hallarse en varias culturas primitivas, como en la Valdivia, se convirtió para él en un componente plástico esencial, llevándolo a infinitas posibilidades. En 1972 experimentó con el acero inoxidable. En 1994 empezó a realizar sus hipercubos e hiperesferas.
Su producción está expuesta en la Sala Autoral del MAAC bajo el título Dimensiones, que muestra el camino transitado por el artista: desde el realismo social de sus inicios y el periodo constructivista ancestral hasta el dimensionalismo, que él concibe como la fusión del arte con la ciencia.
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Maldonado resume su filosofía creativa así: “Para tener una buena idea hay que tener muchas ideas. Entonces, de las muchas ideas se selecciona la idea que sea más concerniente al pensamiento de uno, que sea más original, que tenga profundidad y que tenga futuro, y luego hay que profundizar en esa idea”.