Tras tres meses de cuestionamientos sobre su gestión y en medio de la peor crisis política del régimen, el ministro de Gobierno, Alfredo Castillo, renunció ayer al cargo.

La noticia de su dimisión la hizo pública él y ratificó su criterio de que las movilizaciones y paros provinciales registrados en los últimos días encierran un serio riesgo para la estabilidad del gobierno de Alfredo Palacio. “Esta no es solo mi opinión sino de toda una esfera política y de algunos medios de comunicación”, dijo.

Publicidad

El anuncio no causó sorpresa en Carondelet, en donde desde hace algunas semanas se esperaba la renuncia de Castillo quien, por sus declaraciones y actitudes contrarias a ciertas decisiones del Ejecutivo, se había convertido en un dolor de cabeza para el Frente Político en el que nunca llegó a encajar.

“La intención de renunciar existe”, dijo Castillo, pero las circunstancias son difíciles, aclaró el secretario de Estado, quien ofreció hablar mañana con la prensa y hacer una evaluación de su gestión.

Publicidad

Aunque funcionarios como el secretario de Comunicación, Enrique Proaño, aseguraban ayer al mediodía que el presidente Palacio no había aceptado aún la dimisión de su amigo, en la Casa de Gobierno se daba por sentado que Castillo estaba fuera del Gabinete ministerial.

De hecho, Proaño en un principio dijo que en las próximas horas la prensa sería informada acerca de quién sería el sucesor de Castillo, pero minutos después y por instrucción del secretario de la Administración, José Modesto Apolo, tuvo que rectificarse e indicar que todavía faltaba el pronunciamiento final del Jefe de Estado.

La salida de Castillo se habría precipitado por la inacción que mostró frente a la ola de paros y protestas que enfrenta el país, así como por la falta de resultados en los proyectos políticos que trata de impulsar el Gobierno.

Es más, ayer en una reunión que el presidente Palacio mantuvo con los representantes de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión y de la Asociación Ecuatoriana de Canales de Televisión, se discutió acerca de la necesidad del Gobierno de contar con un nuevo interlocutor político.

Aunque ningún funcionario lo confirmó, en Carondelet surgió nuevamente la versión de que el subsecretario de Gobierno, Felipe Vega, podría reemplazar a Castillo en el cargo.

De hecho, ayer ese funcionario iba a ofrecer una rueda de prensa para informar acerca de las gestiones realizadas por él para tratar de encontrar una solución a la movilización indígena contra el Tratado de Libre Comercio.