Según el jurado, para galardonar la cinta Corazones abiertos, de Dinamarca, prevaleció el criterio de que era la mejor película en competencia.

El IV Festival de Cine de Cuenca se clausuró la noche del pasado miércoles, fecha en la que premió a los ganadores de esta cita fílmica, que duró ocho días. También  emitió un manifiesto para solicitar del gobierno nacional la instauración de una política cultural en el país.

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Guillermina Rosales, argentina, integrante del jurado calificador, y Patricio Montaleza, programador del Festival de Cuenca, fueron  los encargados de dar a conocer a los galardonados.

El platón de barro y el reconocimiento de mejor película fue para Corazones abiertos, del 2002, de la directora Susanne Bier,  de Dinamarca. Nicolás Balbi, integrante del jurado, dijo que  se deliberó un poco en premiar a una película del 2002, pero señaló que lo que se  galardonó fue la calidad de realización, al considerar que  se trata de un filme de una emotividad equilibrada, bien lograda.

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El escritor Eliécer Cárdenas, quien estuvo por primera vez como jurado cinematográfico, dijo no ser un especialista, solo un amante del buen cine.

Los jueces señalaron que Corazones abiertos trata un problema actual, el asunto de la familia, la posibilidad de un divorcio, el amor visto humanamente y que no cae en el melodrama. Hubo debate para escoger a esta cinta, porque se consideró que había sido muy premiada y es, además, bastante vieja (del 2002), pero prevaleció el criterio de que era la mejor película en competencia.

Se otorgó diploma por la mejor actuación al actor de 25 años Benjamín Vicuña, de la película chilena  XS, la peor talla, del director Jorge López. Él fue el encargado de recibirlo a nombre de Vicuña.

El galardón de mejor fotografía fue para El silencio entre dos detalles de los pensamientos, de Irán. El de mejor guión, para  Inconscientes, de España, dirigido por Joaquín Oristrell. Mejor dirección para El camino a casa, de la cineasta Lee Jung Hyang, de Corea del Sur.  El premio del público fue para  Cesante, de Ricardo Amunátegui, de Chile.

Rubén Torres, cineasta lojano que formó parte del jurado para elegir al corto colegial ganador, dijo que se designó  a Cuando te das cuenta duele, del colegio Antonio Ávila, porque es el único que tiene una intención narrativa. No se calificaron los elementos  técnicos.

Jorge López, director  de XS, la peor talla, lamentó que su película no haya presentado un buen sonido. Costó 25 mil dólares para hacerla en dolby sound 5.1,  un sistema que en todas partes se escucha muy bien,  excepto  en Cuenca, donde hubo fallas. El mismo jurado comentó que no entendió la película Inconscientes.