La isla de Pascua está ubicada a más de 3.500 kilómetros de cualquier lugar poblado. En ese territorio, uno de los más aislados del mundo, se erigen los moai, 900 esculturas de piedra de seis metros de altura y más de 10 toneladas de peso.
Fueron colocadas de espaldas al Pacífico y sobre plataformas llamadas ahus. Se sabe que los hombres que habitaron esta región estaban representando a sus ancestros, a quienes elevaban al rango de dioses y adoraban para obtener su protección. Lo que no se sabe es cómo pudo un pueblo de pocos habitantes y sin animales de carga, transportar e izar estos colosos de piedra en las costas de esta isla.