Dos condenados a muerte fueron ahorcados este martes  por la mañana en Japón, uno de ellos un asesino de niños que mató a ocho  alumnos de una escuela de Osaka (oeste) en 2001, según la prensa local.
 
Mamoru Takuma, de 40 años, se había introducido el 8 de junio de 2001 en  una escuela primaria de la ciudad de Osaka, 400 kilómetros al oeste de Tokio,  provisto de un gran cuchillo de carnicero con el que asesinó a siete niñas y un  niño, hiriendo además a 13 alumnos y a dos maestras.
 
La matanza había conmovido profundamente a los japoneses, relanzando un  debate sobre la seguridad en las escuelas.
 
Hace un año, Takuma había revocado la apelación presentada por sus abogados  y había reclamado la pena de muerte. "Para ser honesto, creo que la muerte es  el último placer que me queda", había escrito a sus abogados.
 
Ex enfermo psiquiátrico, reconocido como esquizofrénico, Takuma se había  declarado culpable en la apertura de su proceso en diciembre de 2001,  asegurando que "habría podido matar a muchos más si hubiera estado en una  guardería infantil" y diciendo estar listo para pagar por sus crímenes. El  tribunal lo había condenado a muerte.
 
El segundo ahorcado este martes era un ex jefe yakusa (mafioso japonés),  condenado a la pena capital por haber ordenado la ejecución de otros tres  gangsters en 1988, según la prensa.