El local que fundó Alfredo Czarninsky logró mayor éxito cuando se incrementó su servicio.
En su libro Del tiempo de la yapa, la historiadora Jenny Estrada relata cómo se estableció en esta urbe el primer supermercado de víveres, enlatados, etcétera, gracias al empuje del empresario Alfredo Czarninsky, nacido en Prostke, Prusia oriental alemana, quien llegó aquí en 1936 con toda la vitalidad propia de una juventud deseosa de triunfar.
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Relata la investigadora y periodista Estrada Ruiz, que Alfredo Czarninsky luego de trabajar y obtener el aprecio de la comunidad con los servicios del Salón Rosado, incursionó en otro campo con la apertura de un almacén de productos de conservas, dulces y otros productos similares que no tuvo la acogida pronta y mayoritaria que él esperaba.
Pero ocurrió que a su retorno de los Estados Unidos, donde participó en un certamen de adiestramiento empresarial, el visionario comerciante trajo el novedoso sistema del autoservicio y lo implantó desde 1958 como supermercado. Poco a poco la modalidad tuvo mayor demanda en esta ciudad y el país por las permanentes innovaciones introducidas, hasta que el servicio se afianzó al amparo del término comisariato.
Incremento de negocios
Establecida esa manera de atención al público, quedaron para la historia algunas costumbres de compra, despacho y venta que mantenía una especie de relación de amistad y familiaridad en el pulpero, tendero, vivandero o barraquero (comerciantes o propietarios de locales barriales o mercados populares) y sus asiduos clientes o ‘caseros’ a los que no solo les obsequiaban la popularísima y añorada ‘yapa’, sino que también le fiaban y esperaban hasta que el vecino cobre su semana, quincena o sueldo mensual.
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No olvidemos entonces que el supermercado El Rosado (centro, sur y Urdesa), base de los actuales Mi Comisariato, estuvo en Nueve de Octubre y Boyacá. Le siguieron el ABC, en Aguirre 426. El Chimborazo, del que se dice nació en Rumichaca y Aguirre y, al cambiar de propietario, se trasladó a su actual local en Chimborazo y Colón.
De igual manera gozaron de mucha clientela el Super Market Nader, localizado en Luque 214 al 222; el Auto Servicio Noroña, de Delfín Noroña Sandoval, en Santa Elena (actual Lorenzo de Garaycoa) 1518 y Colón; y La Favorita, de Baudilio Mendieta, que igualmente abrió una cadena de locales y sigue en Lorenzo de Garaycoa y Alcedo, desafiando el tiempo e inconvenientes.
A la mayoría de estos locales ubicados en el casco comercial del Guayaquil de las décadas del 60, 70 y 80 del siglo XX, hay que incorporar otros nombres en años posteriores, como supermercados Más por Menos (Argüelles y Oriente del Barrio Centenario), Popular (José de Antepara y Quisquís) y Harto de Todo (ciudadela La Atarazana).
Estos negocios solían publicar avisos en los periódicos de la urbe, especialmente los viernes y sábados; anunciaban ofertas y promociones, entregaban cupones de la suerte similares a los que hacen los actuales, pero con diferentes horarios de atención. Algunos desaparecieron o cambiaron de propietario; pocos continuaron.
Aunque las clásicas tiendas de abarrotes, despensas y minimarket que se observan en nuestros barrios y ciudadelas mantienen vigencia, los comisariatos reciben numeroso público por la facilidad que ofrecen para que este se provea de los más variados productos ecuatorianos y extranjeros (alimentos, ropa, artículos para el hogar), y pague con tarjeta de crédito ante la falta de efectivo.
No dudemos pues, en añadir nombres a la lista que ensayamos esta vez, sin olvidar a los actuales como El Paraíso, Supermaxi, Santa Isabel y tantos otros con similar orientación de servicio a la colectividad.