Un abogado treintañero se encuentra en una conferencia junto con algunos de sus colegas. De pronto siente la urgente necesidad de abandonar la reunión y simplemente lo hace. Se dirige al aeropuerto y tras pasar casi desnudo por un detector de metales –que sonó una y otra vez dando a entender a los guardias de seguridad que llevaba algo oculto–, llega a su casa, ubicada en una ciudad cercana al lugar donde se encontraba.
Al abrir la puerta, escucha unos gemidos de mujer que se originan en la habitación que comparte con su novia. Se horroriza y piensa que su pareja tiene relaciones sexuales con otro hombre. El susto pasa cuando al ingresar al dormitorio comprueba que se trataba de la televisión. “Pensé que estabas...”, le dice a ella, que nerviosa trata de explicar que lo que creyó en principio era justamente lo que ocurría.
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Un hombre y una mujer salen del baño con los ojos vendados y en ropa interior. El abogado, cuyo nombre es Mitch (papel que interpreta Luke Wilson), pregunta a su compañera si era la primera vez que lo engaña. Ella no sabe qué responder y lo acusa de no comprender ni aceptar sus juegos sexuales. La situación se empeora cuando otro hombre llama a la puerta y pregunta si ya empezó la orgía.
Ese es el punto de partida de la película Aquellos viejos tiempos (Old School en inglés), del director Todd Phillips, que hoy se estrena en las salas de cine de las cadenas Cinemark y Supercines.
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Luego de descubrir la infidelidad de su novia, con la que convivió por mucho tiempo, Mitch decide iniciar una nueva vida. Obviamente se siente deprimido y para animarlo, sus amigos, Beanie (Vince Vaughn) y Frankie (Will Ferrell) –ambos casados–, le organizan una fiesta en la casa que él alquiló dentro de un recinto universitario.
El reclamo del decano de la institución académica por el escándalo protagonizado y su posterior exigencia para que Mitch se mude del lugar hacen que Frankie los involucre en la formación de una fraternidad, como aquella que integraron cuando estaban en la universidad.
La idea al principio descabellada se convierte para los tres amigos en un salvavidas, que los ayudará a combatir el estrés y el abandono, y recordar los viejos tiempos.
Mitch, Frankie y Beanie reclutan a varios miembros y liberan sus conflictos internos. Mitch empieza a olvidar su ruptura sentimental e indirectamente abriga la esperanza de conquistar a la chica de quien estuvo enamorado cuando fue universitario y a la cual encontró de nuevo en la fiesta de bodas de Frankie, quien a menos de la semana de casado empieza a tener problemas con su esposa. El único que aparentemente está bien es Beanie, quien dice disfrutar de su esposa, dos hijos y el próspero negocio de audio que levantó de la nada. No obstante, en el desarrollo de la trama descubre que la rutina lo enloquece y que se escuda en Mitch para organizar desaforadas reuniones.
Mitch, Frankie y Benie son adultos, pero actúan como adolescentes. Así los trata incluso el decano de la universidad –también treintañero–, quien ha jurado hacer lo imposible por terminar con la fraternidad y sus desenfrenadas fiestas. Una de sus estrategias es enfrentar a Mitch y los miembros de la fraternidad con el consejo universitario y a decidir mediante competencias de talento, conocimientos generales y deporte si se pueden quedar en el recinto.
La lucha del bien y el mal tiene su espacio en la cinta, cuyo género es la comedia, sin embargo, a ratos se transforma en una comedia rosa al estilo hollywoodense.
FICHA
Dirección: Todd Phillips.
Guión: Todd Phillips.
Elenco: Luke Wilson, Will Ferrell, Vince Vaughn, Ellen Pompeo, Julliette Lewis, Leah Remini, Perrey Reeves, Craig Killborn y Jeremy Piven. También participa la estrella del rap Snoop Dogg.
Género: Comedia.
País: Estados Unidos.
Año: 2003.
Duración: 90 minutos.