Cuando los radios portátiles, grabadoras, reproductores de discos compactos o modernos walkman  estaban ausentes del mercado sin la demanda actual, quienes deseaban aprender la letra de una melodía de moda pero no podían permanecer junto a un radio para lograrlo, optaban por comprar los cancioneros en los puestos de periódicos y revistas de la ciudad.